El arte es una de las principales fuentes de ingresos de Corea del Norte. Pero no se trata de cualquier tipo de arte. A través de una compañía con sede en Pyongyang llamada Mansudae Overseas Projects, el país asiático se ha especializado en construir estatuas y monumentos que siguen el estilo que caracterizó al llamado arte socialista de la Unión Soviética.

Esta compañía ha levantado monumentos en diecisiete países, la mayoría de ellos africanos (como Guinea Ecuatorial, Argelia, la República Democrática del Congo…), aunque entre sus clientes también figuran Camboya y Alemania. En el primero de dichos países, los ingenieros y trabajadorres de Mansudae levantaron el Angkor Panorama Museum, y en el segundo reconstruyeron la Fuente de las Hadas, en Frankfurt, que permanecía destruída desde la II GUerra Mundial.

Se calcula que tan solo en 2011, esta compañía facturó 160 millones de dólares con sus negocios internacionales. Pero en 2016, la ONU decidió ponerla en su lista negra. ¿La causa? Los informes aseguraban que el dinero recaudado por la compañía iba destinado a financiar el programa nuclear de Corea del Norte.

Pese a ello, Mansudae se las ha ingeniado para intentar burla rlas sanciones internacionales. Y lo ha hecho ampliando su negocio. De hecho, ahora parece ser que su principal fuente de ingresos es la venta de obras de artistas norcoreanos a China. Tal y como explican los especialistas, el coleccionismo de arte se está poniendo de moda en China, y el de Corea del Norte resulta más barato.

Fuente: Financial Review.

Vicente Fernández López