Uno de los grandes misterios de la historia de la conquista de América es la suerte que corrieron los habitantes de la primera colonia británica en los actuales Estados Unidos. Desaparecieron sin dejar rastro y, hasta ahora, nadie ha podido a descubrir que suerte corrieron.

Fue en 1584 cuando la reina Isabel I de Inglaterra autorizó al corsario Walter Raleigh a crear una colonia en el territorio de norteamérica. Un año más tarde, en 1585, un total de 107 personas se instalaron en la isla de Roanoke, frente a la costa de Carolina del Norte. Raleigh prometió regresar un año después con provisiones, pero la hostilidad de los nativos obligó a rescatarlos mucho antes. Y fue otro corsario, Francis Drake, quien evacuó a todos los colonos.

En 1587, Raleigh volvió a crear una segunda colonia, en este caso con 115 habitantes, y nombró gobernador de la misma a un tal John White. Pero, un año después, cuando los barcos ingleses regresaron a la isla, no había el menor rastro de sus habitantes. No se encontraron sus restos, ni tampoco los de las casas que habían construido. ¿Qué ocurrió con ellos?

Todos los intentos de explicar el misterio se han saldado con fracasos, hasta que en la década de 1940, alguien encontró en Carolina del Norte, una losa de piedra con una inscripción hecha por una supuesta superviviente de la colonia desaparecida. En ella aseguraba que una epidemia y los indios habían exterminado a la mayoría de los habitantes, y que los pocos que sobrevivieron huyeron al continente. Pero, años después, un estudio científico aseguró que aquel hallazgo era en realidad unfraude.

Pero, ahora, un equipo de investigadores de la Universidad de Brenau, en Georgia, va a volver a analizar dicha losa porque creen que tal vez podría ser auténtica. Si así fuese, el misterio de Roanoke quedaría definitivamente resuelto. Así que estaremos atentos a los resultados de este nuevo estudio.

Fuente: IFL Science.

Vicente Fernández López