La historia de las exploraciones polares está repleta de capítulos épicos, y también de otros teñidos de misterio. Y uno de los más enigmáticos es el que se refiere a la expedición de John Franklin, que recientemente dio lugar a una serie de televisión tiulada The Terror.

La expedición, compuesta por dos barcos, el HMS Erebus y el HMS Terror, y por 134 hombres, partió en 1845 hacia las tierras del Ártico en busca del llamado paso del Noroeste. Pero nunca regresaron. Se sabe que las naves quedaron atrapadas en el hielo, y que los hombres que sobrevivieron, intentaron escapar de aquel infierno helado a pie.

En 2016 se encontraron los restos de uno de los barcos, el Erebus, y también los cadáveres momificados de varios expedicionarios. Los análisis realizados encontraron restos de plomo, y concluyeron que el envenenamiento causado por este elemento, unido al escorbuto, acabó con la vida de aquellos exploradores.

Pero, ahora, un nuevo estudio realizado por un equipo de la Universidad de Saskatchewan, contradice esa teoría. Según los nuevos análisis, los niveles de plomo encontrados en los restos de los expedicionarios son los normales en aquella época, y resulta difícil pensar que pudieran haber causado la muerte de una persona.

El misterio sobre lo que le ocurrió a la expedición de Franklin continúa, por tanto. Hay que decir que los enigmas se amontonan unos sobre otros. Recordemos que las pruebas realizadas revelaron que algunas de las momias encontradas eran femeninas. Los investigadores aún no saben si se trataban de indígenas inuits que los expedicionarios llevaban consigo, o si eran mujeres que se enrolaron haciéndose pasar por varones.

Vicente Fernández López