Los romanos de la ciudad siria de Dura-Europos fueron sus primeras víctimas en el siglo III d. C.
Cayeron fulminados por los gases venenosos que idearon los persas del Imperio Sasánida, antecesores de los iraníes, para asaltar una de las fortificaciones romanas.
Lo hicieron cavando un túnel debajo de la muralla y encendiendo en su interior betún y azufre.
Al utilizar los romanos una galería subterránea, pensada como búnquer, se cavaron su propia fosa, porque se intoxicaron con los gases mortíferos.
Redacción QUO
Consumir cannabis puede provocar cambios en el epigenoma del cuerpo humano, según sugiere un estudio…
Las pruebas sugieren que los grandes felinos extintos con dientes de sable conservaban a sus…
La falta de datos de la industria química en la UE impide a menudo evaluar…
El cambio climático podría convertirse en el principal causante del declive de la biodiversidad a…
La vitamina D altera las bacterias intestinales de los ratones y como resultado mejora su…
Los científicos confirman la composición del núcleo interno de la luna, que consiste en una…