–En El hombre desnudo dedica un capitulo a explicar el pene. ¿Lo merece?
–No se puede escribir un libro sobre el hombre desde la cabeza a los dedos del pie sin incluir el pene. En todo caso, el pene humano es único. Se pone erecto por un exceso de sangre que entra en el tejido, mientras que el de los simios erecta con ayuda de un hueso. El resultado es que el pene humano provoca mayor placer sexual para las mujeres, y esto premia a la pareja para estar junta. Intensifica la unión emocional que lleva a la reproducción y a la familia unida.
–En la edición ilustrada del libro en castellano se incluyen fotos de orejas, pies, manos masculinas… ¿Por qué no del pene?
–Sinceramente, creo que la mayoría de los adultos saben cómo es un pene.
–Ni en el cerebro, ni en el corazón… ¿Los sabios han encontrado dónde se ubica el alma inmortal?
–La inmortalidad del alma reside en los testículos del hombre y en los ovarios de la mujer, porque es ahí donde está el material genético potencialmente inmortal, el material genético que irá destinado a crear la siguiente generación; y así, una y otra vez, hasta que nos convirtamos en una especie en extinción.
–¿Y la incómoda ubicación de los testículos dio origen a la primera vestimenta?
–La necesidad para el hombre de tener los testículos fuera del abdomen significaba que había que protegerlos con algún tipo de ropa que los sujetara. El taparrabos fue, probablemente, el primer atuendo que llevó nuestra especie. Sin embargo, la razón por la que los testículos tienen que estar fuera del cuerpo no tiene nada que ver con la temperatura, como se cree.
–Sobre las nalgas, no había reparado en que solo el ser humano luce este modelo de protuberancias redondeadas.
–Las nalgas redondas del cuerpo humano son únicas. Los simios y los monos no las tienen porque ellos no pasan todo su tiempo andando y corriendo con dos piernas como hacemos nosotros. Se solía decir que el demonio tenía envidia del culo de los humanos ¡porque él no tenía!
–Usted reivindica la importancia de los pies, por su valor evolutivo.
–Desde que nuestra especie se irguió sobre sus patas traseras, los pies han desempañado un papel mayor en nuestras vidas; pero el hecho de que estén tan lejos de nuestra cabeza hace que no les prestemos atención. Los miramos desde arriba, tanto literal como metafóricamente. Solo cuando nos dañamos uno nos damos cuenta de lo importantes que son para nosotros.
–Sé que es usted amante de la pintura, ¿podría elegirme una obra que retrate al hombre desnudo hoy?
–El David de Miguel Ángel muestra al hombre en su esplendor; pero si quieres ver cómo es el hombre moderno, observa alguna de las pinturas de Francis Bacon… Personalmente, rara vez pinto la figura humana; pero si alguna que otra vez lo hago, normalmente es la de la mujer.
Lorena Sánchez Romero