Por fin se estrena, Agora, el nuevo filme de Alejandro Amenábar. Pero han sido necesarios cinco años han sido necesarios para que se produjese su regreso a los cines. Tras aquel controvertido viaje a la intimidad de un tetrapléjico que luchaba por su derecho a la llamada muerte digna que fue Mar adentro, el cineasta ha cambiado radicalmente de registro y nos ofrece una superproducción en toda regla.
Agora, con un presupuesto de 50 millones de euros, es ya la película más cara del cine español. Todo un derroche de medios para contar la apasionante historia de Hypatia de Alejandría, considerada la primera mujer científica de la historia.
Amenábar sabe que Agora (que se rodó en Malta a lo largo de dieciocho semanas) levantará ampollas por el hecho de que su heroína fuera asesinada por fanáticos cristianos. “Habrá quien me acuse de ir contra esa religión, pero no es cierto”, explica el director. “La mía solo es una película contra la barbarie y el pensamiento único. Pero lo que no puedo hacer es cambiar la historia”. Cierto. Libertades de ese calibre solo se las permite Tarantino.
Redacción QUO