Adiós a las cefaleas. Alivia los dolores de cabeza. Es así porque el cerebro segrega un plus de oxitocina, que a su vez aumenta los niveles de endorfinas, sustancias con efecto analgésico.
Ante una multitud. La audiencia ni sospecha siquiera que la serenidad que transmiten sus oradores se debe a que han suprimido la ansiedad que les genera masturbándose unos minutos antes de salir a escena.
No más noches de insomnio. La masturbación es también un excelente sedante, por las hormonas que se liberan inmediatamente después del acto, ideales para combatir el estrés y conciliar el sueño.
Descubrimiento del clímax
Son muchas las mujeres que han experimentado sus primeros orgasmos gracias al autoerotismo, aprendiendo a acariciar sus genitales del modo más preciso y placentero.
Recondicionamiento. Delincuentes sexuales de prisiones de EEUU son sometidos a la práctica controlada de la masturbación como parte de su rehabilitación: les enseña a dominar sus impulsos.