Se muestra al ser humano que subyace bajo el mito, con una selección de 240 fotografías íntimas, familiares y en su mayoría inéditas. Imágenes que nos ofrecen la cara más humana y desconocida de Pablo Ruiz Picasso y Salvador Dalí, Winston Churchill y Mahatma Gandhi, Albert Einstein y Marie Curie, Camilo José Cela y Ernest Hemingway, María Callas y Charles Chaplin.

Einstein y Chaplin en el cine

© Einstein con Chaplin en el estreno de Luces de la ciudad. Courtesy of The Leo Baeck Institute, New York

Esta fotografía que ha sido encontrada tanto en
los archivos de Chaplin como en los de Einstein. En ella se observa a ambos personajes durante el estreno mundial de «Luces de la Ciudad». La diferencia es que en la foto que
conserva Einstein, dedicada por Chaplin, la imagen de su mujer está recortada, pues en aquel entonces estaban temporalmente separados.

Los 8 hijos de Chaplin

© Chaplin con su gran familia. Archivo de Roy Export Company Establishment. Escaneado por cortesía de Cineteca di Bologna

Chaplin se casó cuatro veces: En 1918 con la actriz Mildred Harris, en 1924 con Lita Grey (madre de sus dos hijos mayores), en 1936 con Paulette Goddard, y en 1943 (con 54 años), con Oona O’Neill (de 18), con quien tuvo ocho hijos.

El joven Picasso

© Picasso con 15 años. Cedida por Fundación Picasso Casa Natal Málaga.

Con sólo quince años, Pablo instaló su primer taller en Barcelona.
La inmensa mayoría de fotógrafos internacionales documentalistas del siglo XX perseguía con ahínco una sesión de fotos con Pablo Picasso, pero sólo los elegidos, sólo sus amigos, con los que antes había compartido mesa, mantel y vino, accedían a él. Ese era el gran Picasso, el que desafiaba a la cámara, el que se atrevía a recibir en calzones a los maestros que llenaban páginas en Harper’s Bazar, Vogue o Times. Entre la nómina de elegidos destacaron Lucien Clergue, Robert Doisneau, Lee Miller, Edward Quinn, David Douglas Duncan o Juan Gyenes.

Churchill pintando

© Churchill pintando en su caballete. Reproducida con autorización de Curtis Brown. Reproducida con autorización de Curtis Brown, London en nombre de Broadwater Collection.

La vida pública de Churchill fue larga y fructífera. Poca gente sabe que en sus escasos ratos libres intentaba pasar el mayor tiempo con su familia y que pintaba inocentes paisajes ingleses.
Winston se casó con Clementine Hozier, con quien vivió 56 años y tuvieron cinco hijos.
En los últimos años de su vida, su mujer, Clementine, tuvo algunos problemas financieros que solventó subastando algunas pinturas de su esposo que vendió a muy buen precio (Churchill fue toda su vida un pintor aficionado bien dotado).

El abogado Ghandi

© Gandhi sentado con su secretaria personal, Sonia Sclesin y el Sr. Polak en Johanesburgo. Cortesía de Fundación Gandhi.

Esta fotografía muestra lo que podemos calificar como fiel reflejo del origen del activismo político de Gandhi, en ella está acompañado de su secretaria y un bufete de abogados. Ejerció la abogacía en Sudáfrica, y constatar allí el trato vejatorio que los blancos infligían a las personas de otras razas lo llevó a participar en una organización de resistencia no violenta.

Los hermanos Hemingway

© Hemingway. Después de una ceremonia de condecoración.

Hemingway de pequeño, rodeado de su familia, en una fotografía en la que todos están estrictamente organizados por orden de tamaño.
García Márquez escribió en su periódico al día siguiente:
Ernest Hemingway ha muerto. La noticia ha conmovido, en muchos lugares del mundo, a sus mozos de café, a sus guías de cazadores, a sus aprendices de toreros, a sus chóferes de taxi, a unos cuantos boxeadores venidos a menos y a algún pistolero retirado… Hemingway fue nada más pero tampoco nada menos de lo que quiso ser: un hombre que estuvo completamente vivo en cada acto de su vida.

Camilo José Cela y su padre

©Camilo José Cela acompañado de su padre / Fotografía cedida por Fundación Camilo José Cela.

Nació en Iria Flavia, provincia de La Coruña. Era hijo del matrimonio formado por Camilo Cela Fernández, funcionario de Aduanas, y de la anglo-italiana Camilla Emanuela Trulock
y Bertorini.

En 1925 la familia se instala en Madrid. Camilo estudia en los Escolapios y en los Maristas, pero a causa de una enfermedad continuará sus estudios en casa bajo la tutela de un preceptor.
En 1931 se ve obligado a internarse en un sanatorio antituberculoso en la sierra de Guadarrama (recogerá esta experiencia en su novela de 1944 “Pabellón de reposo”), lo
que le servirá para leer sin tregua, especialmente a los clásicos.

Dalí y Harpo Marx

© Dalí Dibujando a Harpo Marx, 1937. Derechos de Imagen de Salvador Dalí reservados. Fundació Gala-Salvador Dalí, Figueres, 2012.

En 1928 viajó a París y entró en contacto con los surrealistas, movimiento que marcará una larga etapa de su vida artística.
La etapa surrealista del pintor concluyó con la entrada de las tropas alemanas en Francia (mayo de 1940). Los Dalí estaban en Arcachon y tomaron la decisión de salir hacia los EE.UU. Los siete años que estuvieron en Norteamérica fueron una bendición tanto desde el punto de vista artístico como económico.
Lo que Dalí nunca dejó de pintar fue la realidad, los objetos, eso sí, impregnados de emoción y de una gran fuerza evocadora. “Hay que pintar lo que uno ve –diría más tarde
Dalí-, pero si esos objetos no se encuentran ante nuestra vista, hay que inventarlos, hay que crearlos».

Una diva desgraciada

©Maria Callas en la playa de Venecia con su marido Meneghini, 1956 / Fotografía cedida por Associazione Culturale Maria Callas.

En Nueva York conoció en 1945 a quien habría de ser su mentor, amigo y después marido, Giovanni Battista Meneghini. Cuando se casaron ella tenía veinticuatro y él cincuenta y uno.
En 1957 la columnista de sociedad Elsa Maxwell le presentó a Onassis. Los Meneghini-Callas fueron insistentemente invitados por Onassis y su esposa Tina a un crucero a
bordo del Christina. La Callas se enamoró perdidamente del multimillonario griego (que odiaba la ópera) y todo ello en presencia de Meneghini, su esposo y protector. El Christina se convirtió para María en el Titanic y no sólo de su matrimonio, también de su carrera profesional.

Marie Curie en bicicleta

© Marie Curie y su marido Pierre Curie en su casa de Brunoy, Francia. Courtesy Musée Curie. Instittut Curie

María Sklodowska, polaca de nacimiento, se casó en 1894 con Pierre Curie, científico como ella. Con el dinero que tenían para celebrar la boda, se compraron un tándem (más tarde lo cambiarían por dos bicicletas) con el que –claro está- se movían siempre juntos.
Toda una metáfora de lo que habría de ser su labor científica y su vida.
“Después del matrimonio –escribiría ella- yo hacía las tareas domésticas, pues teníamos que pagar de nuestros bolsillos las investigaciones que llevábamos a cabo. Trabajábamos en un cobertizo abandonado, un chamizo de madera con una claraboya por la que se filtraba la lluvia. En invierno trabajábamos con el abrigo puesto”.
Cuando los Curie descubrieron el radio, en Francia se lo atribuyeron a Pierre, pero en el resto del mundo –especialmente en EE.UU, de donde venía el material para la
investigación- siempre se le atribuyó el hallazgo a Marie Curie.