Dice la leyenda que Kanama, un pastor de Asia Menor, guardó la leche ordeñada en una bolsa hecha con estómago de rumiante y, días después, vio que había cuajado. Así se explica la aparición del primer queso, que, siglos después, está de rabiosa actualidad. Rubén Valbuena es el Kanama actual, un joven que, después de haber sido consultor de la ONU, decidió instalarse en Valladolid para hacer quesos. Es el alma de Cantagrullas, una quesería con especialidades como el Duet Comenge, rebozado en hollejos de vino. Una historia parecida es la de la familia Royuela-Campos y sus quesos La Cabezuela, desde donde hacen, por ejemplo, un queso tipo cheddar con leche de cabra de la sierra de Guadarrama (Madrid). Todos ellos tienen ahora unos grandes aliados en las tiendas especializadas en queso, como Poncelet, en Madrid, en la que se ha abierto un Cheese Bar con menús solo con quesos.
Los mejores quesos del mundo
La quesería de Conde Duque, que lleva más o menos un año abierta en Madrid, vende producto artesano traído de todas partes del mundo, imparte cursos de elaboración y organiza catas de queso para todos los públicos.
El Torrejón de Ceniza es otra de las especialidades de Cantagrullas, la quesería de Valladolid, creada por Rubén Valbuena.
Siguiendo la moda de las furgonetas gourmet, el Cheese Truck de quesos La Cabezuela ofrece recetas y variedades de queso en plena calle.
El hermano de Ferran, al frente de Tickets Bar y Enigma, saca una serie de salsas con su toque personal. Hay tres líneas: una clásica, con alioli, romesco y brava; otra de inspiración japonesa, con miso blanco y ponzu; y una última, de salsas tradicionales españolas, con sofrito y marinera. A la venta en Guzmán Gastronomía.
Este accesorio del fabricante francés Chef’n facilita mucho las cosas a la hora de comer fresas, sobre todo para los más perezosos. Es especialmente útil para realizar postres y, además de para la fresas, puede servir para otros productos, como el tomate. A la venta en su web por 9,99 €.
Esto, que parece el frontal de un Fiat 500, es al levantar el capó una nevera de la marca de electrodomésticos de diseño retro Smeg, el SMEG500. En su interior, un frigorífico con puertas correderas superiores que trae varios portabotellas desmontables, lo que hace pensar que está ideado para tener la bebida fresquita y a mano en el salón de casa; donde también será un objeto decorativo más. No en balde, ha sido galardonado con uno de los premios de diseño más importantes, el Good Design Awards. Está disponible en tres colores (blanco, rojo y verde).