La sabiduría popular a veces no sólo se equivoca, sino que está cargada de incoherencias. En algunos casos estos conocimientos, transmitidos de generación en generación, no tienen por qué ser peligrosos. Pero en otros… hay que imponer el criterio científico para evitar problemas mayores. Helpling, una plataforma de servicios del hogar bajo demanda, ha creado una lista con 10 falsos mitos de la higiene casera, con el fin de que no vuelvan a repetirse en nuestros hogares. Toma buena nota y ¡pásalo!

¿Es necesario limpiar el lavavajillas?

. Más de una vez habrás escuchado decir a alguien que el lavavajillas no es necesario limpiarlo pues se lava solo. ¡Error! Es completamente falso. Ten en cuenta que su interior es un hogar perfecto para los hongos.

Lo suyo es limpiarlo una vez al mes. En Helpling recomiendan «introducir una taza con vinagre en el estante superior sin nada más y programar un ciclo completo de lavado a alta temperatura».

 

Foto: Creative Commons (Flickr | Ryan Hyde)

 

¿El congelador mata las bacterias?

NO. Sí es cierto que no pueden multiplicarse, pero las bacterias sobreviven a temperaturas de -18º. Es más, cuando sacas un alimento para descongelarlo, éstas vuelven a su trabajo habitual: contaminar tus alimentos.

Para que te hagas una idea, «el número de bacterias se duplica cada 20 minutos a temperatura ambiente».

 

Foto: Creative Commons (Flickr | Pascal

 

¿Es cancerígeno el teflón rayado de las sartenes?

NO. A no ser, claro está que pongas la sartén sobre un volcán, pero dudamos que tengas esa tecnología en tu cocina. En Helpling explican que «solamente es dañino para el ser humano a temperaturas superiores a 260º». Esto ocurre porque cuando se supera esta temperatura, el politetrafluoroetileno, que es el recubrimiento que llevan estas sartenes, emite humos tóxicos.

 

Foto: Creative Commons (Flickr | Melissa Wiese

Es absurdo lavar las toallas porque las usamos cuando estamos limpios

FALSO. En Helpling nos recuerdan que «las toallas húmedas son el hábitat ideal para las bacterias«. Ten en cuenta que, a pesar de estar limpios, cuando nos secamos las impregnamos de restos de células muertas y bacterias que el jabón y el agua no han eliminado del todo.

Lo ideal es cambiarlas tras un máximo de cinco usos para evitar esto y el horroroso olor a humedad. Un consejo para que éstas absorban mejor es no usar suavizante. Si vas bien de tiempo, lo ideal es lavarlas primero con un cacito de vinagre y después otro lavado con tu detergente habitual.

En el caso de que por alguna razón estés enfermo o hayas cogido un virus, es más que aconsejable lavarlas con lejía.

 

Foto: Creative Commons (Flickr | Solveig Osk)

Las tablas de cortar, ¿son un nido de bacterias?

NO, «siempre y cuando la limpies con esmero». No importa si usas madera o plástico mientras mantengas la higiene una vez acabado su uso.

En el caso de las maderas, «contienen resinas o ácidos tánicos que son germicidas«. Si eres de los que usa tabla de plástico «lávalas a 60º de temperatura para matar las bacterias».

 

Foto: Creative Commons (Flickr | Jeff Attaway)

¿Es el baño la parte más sucia de toda la casa?

NO. Para que te hagas una idea, el estropajo de fregar tiene 200.000 veces más bacterias que el inodoro. Por no hablar de la nevera, los paños de cocina o el teclado del ordenador, que tiene 400 veces más gérmenes que el retrete del baño. Algunos más si pasas demasiadas horas frente al PC y comes bolas de queso encima.

 

Foto: Creative Commons (Flickr | jinkazamah)

 

 

A más jabón… ¿más poder de limpieza?

NO. Aunque parezca una contradicción, «el detergente y el jabón son grandes nutrientes para las bacterias«. Lo que implica que si no te enjuagas bien o no aclaras bien los platos o la ropa, puedes estar fomentando su crecimiento.

 

Foto: Creative Commons (Flickr | AdamKR)

Usar guantes, ¿es más higiénico que lavar con las manos?

NO. Lo que sí es cierto es que cuidan más tus manos y evita que si hay trozos de comida en el fregadero intentes recogerlo como si fuese una araña gigante. 

Pero, «es vital mantener los guantes limpios y secos cuando se guardan porque podrían llegar a ser muy poco higiénicos», explican en Helpling. Lo suyo es cambiarlos una vez al mes con el fin de minimizar el crecimiento de las bacterias. «Para limpiarlos, un buen remedio es dejarlos en remojo ente diez y quince minutos en agua caliente con dos cucharadas de vinagre y un poquito de detergente. Después enjuágalos bien y déjalos secar en un lugar fresco».

 

Foto: Creative Commons (Flickr | Theresa Thompson)

Las monedas y los billetes ¿son un nido de bacterias?

NO, otra cosa es que el poseedor sea una bacteria con patas. Pero múltiples pruebas han demostrado que el cobre de las monedas «incluso mata a las bacterias». En el caso de los billetes, «sólo una pequeña cantidad de bacterias son capaces de sobrevivir, ya que no ofrecen condiciones de vida adecuadas».

 

Foto: Creative Commons (Flickr | epSos .de)

Todas las bacterias… ¿son dañinas para el ser humano?

NO. Hombre, las de la foto si se cabrean puede que un poco, pero el ser humano necesita bacterias para vivir. «Tanto en la piel como en nuestros intestinos hay mil millones de microorganismos, siendo solo unos pocos patógenos».

 

Foto: Creative Commons (Flickr | Zakwitnij!pl Ejdzej & Iric)