Mañana sábado abre por fin sus puertas Dismland, el siniestro e increíble parque de atracciones creado por el graffitero Bansky en la ciudad balneario de Weston-super-Mare, en Inglaterra. La entrada simula un castillo de un típico cuento de hadas, pero lo que hay en su interior es más propio de una pesadilla. Un estanque con barcas llenas de refugiados, imágenes de la muerte, explosiones atómicas… Toda una serie de obras de arte alternativas que pretenden conseguir que los visitantes se rebelen contra la estupidez que (según los creadores del parque) domina nuestro mundo actual.