Si todavía eres una de los indecisos llamados a decidir el futuro de España el domingo, puede que ninguno de los que se presentan esté a la altura de tus expectativas. La solución es fácil: repasa el currículum de estos candidatos de la ficción y piensa en quien te gustaría que gobernase el país los próximos cuatro años. ¡Seguro que encuentras alguno!

El almirante Aubrey (Master and Commander): Azote de la corrupción

Sir Jack Aubrey, el atípico héroe inmortalizado en la película Master and commander, en la piel de Russel Crowe, es una adaptación de un personaje de novela quien, a su vez, refleja al auténtico Thomas Cochrane, capitán de marina y miembro del Parlamento británico desde 1806. Cochrane fue uno de los capitanes más audaces de la Corona, lo que hizo que los franceses lo apodaran “lobo de mar” durante las Guerras napoleónicas. También fue el azote de los corruptos, que por entonces no estaban tan mal vistos, en sus alianzas con el ala radical de los whig. Se comprometió contra la práctica legal de comprar votos, aportando su grano de arena en la regulación electoral británica que acabó prohibiendo el cohecho. Su mensaje político puede aplicarse fácilmente a la campaña electoral actual: “Si el individuo quiere ser feliz en el orden contemporáneo, debe tener la mente abierta a nuevos valores y acuerdos”, dijo.

Crédito: Nigel Parry

Birgitte Nyborg, (Borgen): La ética hecha mujer

Uno de los ejemplos más importantes de política honesta, inteligente, pragmática y ética que nos ha regalado la televisión en los últimos tiempos está reflejada en la figura de Birgitte Nyborg, la primera ministra danesa de la serie Borgen. No solo es auténticamente austera -va a trabajar en bicicleta y no cambia su vestuario- es que es capaz de negociar hábilmente a los magnates en defensa de los intereses de su pueblo y rechaza dañar a sus adversario políticos con tácticas sibilinas. Salvando las distancias, la líder, interpretada por Sidse Babett Knudsen, podría haber hablado para los españoles en una escena en la que diserta frente a la cámara nórdica. Comienza hablando de cuando su país ganó la Eurocopa y fue a celebrarlo: “Esa noche supe qué éramos una persona”, comienza. El ánimo del país, reconoce, les lleva a pensar que pueden con todo, pero la realidad es que no es así. “Necesitamos actuar de manera responsable más allá de intereses partidistas, de la política miope y de las campañas de calumnias”.

Frank Underwood (House of Cards): Mejor que Obama

El presidente Frank Underwood, interpretado por Kevin Spacey en la serie House of Cards, puede no ser una mala elección. Llegó a la Casa Blanca con estrategias ilegales, es maquiavélico, deshonesto, mentiroso… un despreciable asesino. No pierde tiempo ni en describir su estilo en política: “La democracia está tan sobrevalorada”, resume. Pero aún así puede que tenga toda tu confianza para una nueva legislatura, como puso de manifiesto una encuesta realizada este año por la agencia de noticias Reuters, en la que el 57 por ciento de los entrevistados manifestaron tener una opinión favorable hacia él. Por su parte, el presidente Obama se quedó en el 54 por ciento, cuatro puntos por debajo. Quizá sea por su romanticismo: “Amo a esa mujer. La amo más que los tiburones aman la sangre”, ha dicho el conquistador ficticio. Parta qué decir más.

Laura Roslin (Battlestar Galactica): Obsesionada por que sobrevivas

La secretaria de Educación de Doce Colonias en la serie futurista Battlestar Galactica, Laura Roslin, es el espíritu de lucha hecho mujer. Tras un ataque de las formas de vida cibernética conocidas con el nombre de cylon, es empujada a la presidencia porque las 42 personas que había delante suya en la “línea de sucesión” fallecen dramáticamente. Roslin no tira la toalla ni se viene abajo, aunque motivos no le faltan: poco antes ha sido diagnosticada de cáncer de mama terminal y el médico le da un año de vida. “ Era una mujer sin una ambición política clara. Eso la hacían ser muy distintas de las mujeres poderosas que vemos por la televisión. Su historia era la de una mujer en lucha con cualidades típicamente masculinas sin explotar ni reconocer, solo para alcanzar un objetivo primordial: la supervivencia de la raza humana”, explicó la actriz Mary McDonnell, quien la encarna en la ficción.

Mitchell Hundred (Ex Machina): Potente poder ejecutivo

Este superhéroe con poco éxito del cómic Ex Machina, que tiene lugar en el contexto de los ataques terroristas del 11S comenzó su carrera de ingeniero como funcionario, pero una explosión en los pilares del puente de Brooklyn cambió su vida. Gracias a él, Mitchel Hundred adquirió la habilidad de comunicarse con las máquinas, se compró un buen traje y llegó a ser alcalde de Nueva York. Su política económica es conservadora pero su inclinación social es más bien progresista. Le basta con sus convicciones para aportar bienestar a sus conciudadanos y luchar por sus libertades, pero si la fuerza obliga… Y no es recomendable hacerle perder la paciencia.

El alcalde (Amanece que no es poco): “Hemos ganado los de siempre”

Si no te gustan las sorpresas, y no aspiras a mayor cambio que algún retoque en el personal de las fuerzas armadas, el alcalde de Amanece que no es poco, interpretado por el actor Rafael Alonso, probablemente sea tu tipo. Un hombre mayor, que por fin ha encontrado una jovencita que sea su tipo, y que no está dispuesto a dar problemas a sus convecinos: “Lo primero que quiero deciros -declama tras ser elegido- es que, como ya conocéis mis ideas, la muchacha me la quedo para mí solo”, a lo que un anciano contesta: “¡Di que sí, alcalde, que todos somos contingentes, pero tú eres necesario!”. Para los demás, ha instaurado curiosas costumbres como repartir cinco papeles de adúlteras. Y con la mucha decencia y cautela, que prefiere no decir en público quiénes son para que sean los maridos quienes elijan si quieren saberlo o no. Al menos su programa está claro, él mismo lo dice: siempre ganan los mismos, nada de revoluciones.

Reina Amidala (Star Wars): La mejor familia real

Sí, una reina. Porque la Reina de Naboo, más conocida como reina Amidala, reinó desde los 13 años en el planeta Naboo por mandato democrático. O sea, por votos como el que podrías considerar. Aunque el hecho de que pertenezca a una familia real puede dar la impresión de que es parte de la política vieja, es bueno considerar su postura al respecto: “La política es una vocación antigua y noble. Sin políticos nuestras sociedades descenderían hasta la anarquía y el caos”. Y si esto no te convence, quizá te interese saber que su marido secreto es, ni más ni menos, el caballero jedi Anakin Skywalker. Sus dos hijos son Luke Skywalker y la Princesa Leia. Esta candidata no es una mala opción si echas en falta la creatividad de los modistos de La guerra de las galaxias.

Jed Bartlet (El ala oeste de la Casa Blanca): Las mejores decisiones

Josiah Bartlet, más conocido como Jed Bartlet, es el presidente ideal si eres de la cuerda liberal de la política estadounidense. El político, interpretado por Martin Sheen en la serie El ala oeste de la Casa Blanca, es duro pero cariñoso, y eso se nota en su manera de mandar. que haya llegado a presidente Su paso por la presidencia está marcado está marcado por la esclerosis múltiple que sufre. Mucho tiene que gustar Bartlet al público para que haya llegado a ser un presidente verdaderamente apreciado y muy presente, puesto que su papel estaba pensado para intervenciones puntuales. Será gracias a sus juiciosas decisiones por el bien de su país: “Con todo lo que se habla de democracia olvidamos que no es una democracia. Es una república. La gente no toma las decisiones, eligen a las personas que toman las decisiones”.

Atticus Finch (Matar un ruiseñor): Un modelo a seguir

Ha pasado más de medio siglo desde que Nelle Harper Lee publicara Matar un ruiseñor y su protagonista, Atticus Finch, sigue siendo un modelo de humanidad imbatible. El abogado, que también fue retratado por las cámaras de cine en una película del mismo nombre en las carnes del actor Gregory Peck, ha quedado como ejemplo de integridad que cualquiera querría ver en su abogado y, ¿por qué no?, en su presidente: representó fielmente a un hombre negro acusado de violación en un Estados Unidos empobrecidos tras la Gran Depresión y anquilosado en un sádico racismo. Finch enseñó a sus hijos lecciones como que “uno no comprende realmente a una persona hasta que no se mete en su piel y camina dentro de ella”. Y a uno de ellos le pronunció estas palabras:Quería que descubrieses lo que es el verdadero valor, hijo, en vez de creer que lo encarna un hombre con una pistola. Uno es valiente cuando, sabiendo que la batalla está perdida de antemano, lo intenta a pesar de todo y lucha hasta el final, pase lo que pase. Uno vence raras veces, pero alguna vez vence”. Es para votarle.

Foto: Snap/Rex Features