No hace demasiado se estrenó en los cine españoles una clamado documental titulado camino a la escuela, que nos mostraba cómo se las apañaban los niños que viven en el llamado tercer mundo para poder ir al colegio. Lo que debería ser una actividad cotidiana se convertía en una auténtica aventura. Y estas fotos que aquí os mostramos inciden en esa misma realidad.

Jugándose la vida

En las montañas de Gulu, China, está la que dicen que es la escuela más remota del mundo. Los niños llegan hasta ella recorriendo un estrecho (por decir algo) sendero, a través de un escarpado desfiladero montañoso.

En la cuerda floja

Así tienen que cruzar los chavales este puente de cuerda situado a cinco metros de altura sobre el río Padang, en la isla de Sumatra.

Sin ascensor

En Zhang Jiawan, China, los pequeños han de salvar una impresionante pared rocosa, con la única ayuda de unas escaleras de madera.

Por tierra, mar y aire

En Río Negro, Colombia, los críos han de sortear un abismo en una especie de tirolina. Si esto no es pasión por aprender…

A través de la nieve

Un grupo de adultos acompañan a estos pequeños a un internado donde recibirán su enseñanza, en Zanskar, en el Himalaya indio.

La «ruta»

A falta de bus escolar, estos niños indios regresan de su escuela en Kerala, en un coche de caballos.