El colombiano Pablo Escobar ha sido sin duda el narcotraficante más célebre de todos los tiempos. En los añ0s 70 fundó el llamado cartel de Medellín con el que, en la década de los 80, llegó a controlar el 70% del tráfico de cocaína en todo el mundo. Su imperio se cimentó sobre un rosario de muertes y extorsiones, aunque para limpiar su imagen, Escobar financió muchas obras de caridad. En 1982 llegó incluso a iniciar una breve carrera política, consiguiendo un escaño en el congreso, pero acabó siendo destituido por diversos escándalos.
En 1989 estalló la guerra abierta entre el gobierno colombiano y el cartel de Medellín. Para poner fin al baño de sangre, las autoridades aceptaron que el narcotraficante fuese internado en un penal sobre el que ejercía un control absoluto. Como era de esperar, Escobar siguió dirigiendo sus negocios entre rejas y, cuando recibió noticias de que el gobierno estaba maniobrando para cortarle las alas, se fugó de prisión.
Finalmente, en diciembre de 1993, fue abatido a tiros por la policía tras un tiroteo sobre los tejados de una barriada de la ciudad de Medellín.
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El rey de los narcotraficantes
Pablo Escobar comenzó dedicándose al contrabando a pequeña escala, pero gracias a la droga construyó un imperio delictivo que dirigió hasta su muerte, a los 44 años de edad.
Escobar financió numerosas obras de caridad para tratar de lavar su imagen pública. Aquí le vemos con un equipo de futbol de un barrio humilde, que financiaba con su dinero.
En sus inmensas posesiones, el mafioso tenía todo tipo de animales exóticos, incluídos rinocerontes.
En 1989, Escobar se enfrentó abiertamente al gobierno colombiano, desatando una sangrienta campaña de atentados y asesinatos.
Tras fugarse de prisión en 1992, la policía y el ejército colombianos pusieron en marcha un dispositivo sin precedentes para cazarle. La operación culminó con éxito un año después.
El cadáver de Escobar sobre el tejado en el que fue abatido a tiros por la policía, en la ciduad de Medellín, en diciembre de 1993.
Los policías que persiguieron y abatieron al rey de los narcotraficantes.
El cuerpo sin vida de Mario Castano, guardaespaldas de Escobar, y abatido en la misma operación policial.
Otoniel González, alias Otto, fue el lugarteniente de Escobar. Tras su muerte, acabó entre rejas.
El delincuente que se convirtió en mito
La madre de Escobar y otros familaires rindiéndole homenaje en el lugar en el que fue enterrado.