Cada dos años, ya sea por unos Juegos Olímpicos o por la Copa Mundial de Fútbol, nos apresuramos a señalar el evento, cualquiera de ellos, como el más tecnológico de la historia. Y cada uno de ellos lo es. El deporte mueve ingentes cantidades de dinero con el que hacer pruebas de cualquier nueva tecnología, así que cuenta con más desarrolladores que la NASA.

Solo la Liga Española de Fútbol genera anualmente 2.000 millones de euros por derechos de imágenes, entradas, premios y demás. Se trata de apenas un campeonato entre otras cien ligas profesionales y apenas un deporte entre una veintena.
El deporte profesional se ha convertido no solo en un espectáculo, sino en un campo de ensayo donde se prueban los mejores combustibles y motores para los vehículos que llegarán a la calle, los materiales inteligentes más adecuados para cada disciplina y las técnicas más avanzadas de filmación, procesamiento de datos, IA y medicina preventiva. Así, lo que hoy vemos en el deporte, mañana lo tendremos en casa. ¿Un ejemplo?

Sabemos dónde estás

El 8 de abril se celebró la Media Maratón de Madrid. Allí, unos 1.000 corredores utilizaron un tracker watch (literalmente, un reloj rastreador) que permite saber la ubicación de la persona en tiempo real mediante una aplicación que cualquiera puede descargarse en su teléfono.

De este modo los familiares de un participante pueden seguir su progreso desde cualquier sitio. El tracker, ligero y resistente al agua, tiene una batería de entre cinco y siete días de duración, cuenta con un botón del pánico para solicitar asistencia inmediata y un acelerómetro que registra caídas o movimientos especialmente bruscos. “Pero lo más importante –señala a Quo Vicente Muñoz, de Telefónica IoT, responsables del dispositivo– es que tiene una tarjeta SIM para estar siempre conectado. Esta tecnología permitirá que sepamos la ubicación de familiares mayores que pueden desorientarse o la de pequeños que se pierden en excursiones por la montaña. De hecho, varios colectivos nos han pedido si podían quedarse con ellos tras el evento, lo que nos permitirá estudiar usos diferentes que no se nos habían ocurrido hasta ahora”.

Entrena como profesional

Otro botón de muestra más: ¿Te gustaría terminar un partido de tenis y tener en tu teléfono toda la información del encuentro, estilo profesional? Distancia recorrida, zonas de la pista más usadas, golpes más frecuentes, errores más comunes… Lo mismo que ves en televisión, pero en tu teléfono y preparado para compartir en redes sociales. Y así con otros diez deportes. Se trata de la tecnología PlaySight, desarrollada inicialmente por las fuerzas aéreas de Israel para entrenar a sus pilotos. Al poco tiempo llegó a la Premier League inglesa, y de allí a campos de fútbol, baloncesto y pistas de pádel y tenis (en España hay tres). PlaySight utiliza una serie de cámaras para seguir todos nuestros movimientos, luego un software específico los evalúa y los pone a nuestra disposición en forma de datos. El sistema también compara el histórico de los partidos disputados para ver nuestra evolución (o ponernos en evidencia).

Un paso más allá de esta tecnología es la que se está implementando en la liga de béisbol de Estados Unidos (MLB, por sus siglas en inglés). Si PlaySight nos dice cómo hemos jugado y nos señala los errores, la tecnología creada por AWS (Amazon Web Services) hace algo similar, a nivel profesional y por ahora solo en el citado deporte, pero con un plus: nos dice qué deberíamos haber hecho para lograr un tanto.

Básicamente, AWS analiza una enorme cantidad de datos por jugada y luego recrea diferentes escenarios. Supongamos que hablamos de fútbol: nos puede decir qué hubiera tenido que hacer Messi para marcar el gol que erró o cómo podría haberlo evitado un portero.

“Es evidente que la tecnología ha cambiado, y mucho, el deporte. Pero donde más se ve su influencia es en el aspecto del entrenamiento, que cada vez está más controlado e individualizado. Con ello se ha conseguido evitar lesiones y aumentar el rendimiento”. Quien afirma esto es Javier Peña, el director del Centro de Estudios de Deporte y Actividad Física de la Universidad de Vic (Barcelona) y está a punto de meter el dedo en la llaga. “Pero la tecnología también ha cambiado el juego –añade Peña, coordinador del Máster de Tecnología y Deporte de la citada universidad–. Y el fútbol es uno de los deportes más reticentes a introducir elementos tecnológicos durante el juego, como el ojo de halcón o el videoarbitraje o VAR”. En tenis, el ojo de halcón se utiliza desde 2006 y en la liga de fútbol americano, NFL, los árbitros se sirven de repeticiones de vídeo desde 1993. “Esta reticencia –continúa Peña vía telefónica– se debe a que no se quiere interrumpir el juego, en mi opinión. Y por otro lado, es una opinión personal, la polémica interesa: si fue gol o no fue, si hubo o no fuera de juego… Sirve al espectáculo. Pero el avance no se puede frenar”.

Gran hermano en el fútbol

La tecnología VAR, que se usará por primera vez en un mundial junto a la de GoalControl, se basa en catorce cámaras de alta resolución (siete en cada portería) que graban las imágenes a hasta 500 fps (fotogramas por segundo).
Las cámaras siguen constantemente al balón y marcan su posición en un eje X, Y, Z con una precisión de 5 milímetros.

Si el balón pasa la línea de portería, el sistema envía una vibración y una señal luminosa al reloj que lleva el árbitro. La precisión del sistema puede aplicarse a otros entornos fuera de lo deportivo, por ejemplo. en accidentes de tráfico, prevención de accidentes y análisis de ingeniería.

Pero no es la única innovación que traerá el mundial de Rusia. Una de las principales es que servirá de ensayo para la red 5G. La empresa Rostec, responsable de las comunicaciones durante el evento, está desarrollando una red privada virtual y acceso a internet para 400 objetos en 24 regiones de Rusia, así como redes que permitirán la transmisión de hasta 2 GB por segundo o 20.000 fotos en un instante.También habrá conexión wifi en todos los estadios para más de 1 millón de usuarios.

¿Internet, Rusia y datos de millones de personas en un mismo párrafo? Pues los anfitriones también han pensado en esto.

La idea es crear un sistema de nombres de dominio independiente al conocido como DNS (el utilizado en todo el mundo) como medio para protegerse de un ciberataque a gran escala.

Lo interesante es que allí se almacenarán los datos de lo que ya se conoce como Fan ID (identificación de forofos para nosotros). Se trata de un chip con todos los datos personales de los visitantes, incluso los vinculados al pasaporte, visas, compra de entradas, etc. Será requerido para entrar a los estadios y tener acceso a diferentes zonas. Los recintos también contarán con reconocimiento facial, tanto para garantizar el acceso como para detectar actos vandálicos.

Esta tecnología ya se evaluó en los JJ. OO. de Invierno de Corea del Sur, unos meses atrás. La responsable fue la empresa Atos, quien tenía en la nube los datos y el rostro de periodistas, entrenadores, deportistas y jueces, lo que les garantizaba entrar con seguridad en las zonas habilitadas, al tiempo que permitía el envío de información (imágenes en alta resolución) a más de 25.000 medios de todo el mundo. Esta tecnología es la base para controlar la información que precisarán los vehículos autónomos.

60 sensores en una moto

Y es que los datos son la base del deporte actual. Si no, preguntáselo a Ducati, que ha ganado la primera carrera del campeonato de Moto GP del año justo cuando se asoció con NetApp. Esta empresa ha colocado unos 60 sensores en las motos italianas (en ruedas, tanque de combustible, frenos, acelerador, cambios o motor) que miden constantemente lo que ocurre en las motos.

Al estar en la nube, toda esta información es visible desde cualquier lugar del mundo, pero la verdadera ventaja es que el sistema permite cambiar la configuración al instante, en el paso de boxes, para aumentar el rendimiento. ¿Te imaginas esto en tu coche, actuando como un taller de reparaciones in situ?

Otra pregunta fundamental: ¿Cómo veremos a la Roja? Probablemente como si estuviéramos en el estadio. Con la ventaja de no tener vecinos de asiento molestos ni hacer colas. Intel lleva más de un año poniendo cámaras 360º en partidos de la NBA. Este invierno probó la misma tecnología en los Juegos Olímpicos de Pyeongchang y el proyecto es llevarla también a Rusia. Gracias a ella es posible, con el uso de gafas de realidad virtual, ver en directo y en 360º cualquier encuentro.
Hasta sería posible tocar el balón, el más inteligente hasta la fecha. El Teslar 18, una revisión del modelo del Mundial de 1970, incluye un chip NFC (Comunicación de Campo Cercano, por sus siglas en inglés) que permite interactuar con él a los espectadores a través del teléfono o la tableta (posición, velocidad, historial…), aunque no, no es posible controlarlo.

Pero más allá del entretenimiento, ¿para qué sirve la realidad virtual en el deporte y, concretamente, en nuestra vida? “En nuestro laboratorio –nos explica Peña– trabajamos con realidad virtual para entrenar habilidades cognitivas. En el sistema que desarrollamos, hay situaciones programadas a partir de inteligencia artificial que recrean partidos de fútbol. La capacidad de decisión, la velocidad de reacción, la coordinación… todo esto lo trabajamos e impacta dentro y fuera del ámbito deportivo”.

Los equipos profesionales que utilizan la realidad virtual para entrenarse son cada vez más en el esquí, el tenis, el fútbol americano o el golf, entre otros. Claro que los dispositivos que usan no “lucen” mucho y para ello están los materiales inteligentes.

Vestidos a la moda

Si has visto la película Los Increíbles, seguramente recuerdes a Edna Moda, la responsable de diseñar los trajes de los superhéroes. Más allá de lo físico, este personaje podría estar perfectamente inspirado en Rebeccah Pailes-Friedman. Su tarjeta de presentación incluye la dirección de diseño para Nike, Fila o Champion. Es profesora del Instituto Pratt y experta en tecnología wearable y tejidos inteligentes.

Pailes-Friedman nos explica que “hay tejidos que ayudan a regular la temperatura corporal, reducen la resistencia al viento y controlan la vibración muscular, todo lo cual ayuda a mejorar el rendimiento deportivo. En situaciones de competición, por ejemplo, el cerebro no registra adecuadamente las señales de deshidratación. Estas telas pueden enviar alertas”.

Otro ejemplo de tejido inteligente es el desarrollado por Under Armour y utilizado por el quarterback de la NFL Tom Brady, básicamete se trata de un pijama (Recovery Sleep es su nombre) que, mediante infrarrojos y sistemas de compresión, libera la tensión de los músculos, facilitando la recuperación tras un esfuerzo. “Es la nueva tendencia en tecnología aplicada al deporte –concluye Peña–: cada vez es más importante la etapa en la que no se entrena que aquella en la que se realiza el entrenamiento. Las rutinas de recuperación, sueño, alimentación, etc. son fundamentales. Esa es una de las claves para seguir a los deportistas las 24 horas del día con sensores”.

Precisamente este es uno de los conflictos más importantes que veremos entre tecnología y deporte: los jugadores de la NBA, vigilados con sensores (dónde están, qué comen), incluyen en sus contratos que nadie puede tener acceso a dicha información. Pero en algún momento se filtrará…

Balón volador

Un hombre montado sobre un dron entregó el balón con el que se jugó la final de la copa de la liga portuguesa entre el Benfica y el Guimaraes.

Ojo de halcón

En el próximo Mundial de Rusia se utilizará la tecnología Goal Control 4-D. Siete cámaras por portería seguirán el balón para determinar si ha entrado con una precisión de hasta 5 mm.

Goleador de sangre fría

Este año, Messi estrenó las Adidas Nemeziz Cold Blooded (Némesis Sangre Fría) y las recibió de “manos” de un dron. Se trata de unas botas que, gracias a sus materiales flexibles, se adaptan mejor al tobillo y permiten un mejor control del balón.

El quién es quién tecnológico

En los recientes JJ. OO, de invierno en Pyeongchang (Corea del Sur), la empresa Atos creó un sistema de reconocimiento facial para identificar a deportistas, voluntarios, periodistas y jueces. Toda la información se almacenaba en la nube.

Los pies en el aire

¿Pueden unas botas hacerte más rápido? Si sus tacos están ubicados en sitios clave y tienen un diseño que favorece la tracción, sí. Estas son las características de las Mercurial Superfly 360 de Nike.

Como un canguro

Gracias al diseño de materiales, las Adidas Ultra Boost aumentan la amortiguación un 20 %, sin necesidad de incrementar el peso del calzado. Esto permite reducir las lesiones por impacto y elevar la resistencia en carrera.

Surf a la gallega

El dispositivo Flythings, diseñado por el Instituto Tecnológico de Galicia, fue usado por primera vez el verano pasado. De apenas 6 cm de diámetro, envía información relativa a la velocidad de reacción del surfista y la fuerza G que soporta.

Asientos VIP

En breve serán pocos los que quieran ir a un estadio o un campo de golf a ver un evento. La tecnología de cámaras 360º de Intel permite sumergirse en la acción como si estuviéramos allí… sin tener que viajar ni estar en silencio. Se usa en golf, en la NBA, en los Juegos Olímpicos y, muy pronto, en fútbol.

Nunca nieva en primavera

Los equipos de esquí de Estados Unidos, Suiza, China y Corea son algunos de los que utilizan la realidad virtual para seguir entrenándose cuando se acaba la temporada invernal. Esta tecnología permite decidir si se busca un entrenamiento centrado en lo mental (reflejos) o en lo físico.