¿Recuerdas cómo eran los primeros móviles? Nada que ver con los smartphones ni el reconocimiento facial actual… Pesados aparatos con muy poca autonomía con los que solo podíamos hacer llamadas (sí, esa época en la que todavía el teléfono servía para hablar) y mandar mensajes de texto…

En los 90 los Nokia, Motorola, Ericsson empezaron a incorporar las redes 2G, sustituidas por las 3G (en 2001), seguidas de las 4G (en 2009), que son las que usamos hoy en día en nuestros dispositivos móviles. Ahora, comenzamos a hablar de la inminente llegada de las redes 5G. ¿Qué es lo que van a suponer? ¿Qué cambios y nuevas experiencias viviremos con nuestros smartphones? Algunos hablan de una nueva era, un salto tecnológico mucho más grande del que ya vivimos con la llegada del 4G. Para otros, sin embargo, este gran salto tecnológico tiene una doble cara.

Repasemos ahora las ventajas:

1. Velocidad

Lógicamente, la tecnología 5G será mucho más rápida que la 4G. Tal y como aseguran los expertos, un teléfono 5G (en una ciudad 5G) podrá alcanzar una velocidad de Internet de hasta 20. La latencia de 5G (el retardo o tiempo de espera que se produce antes de que los datos comiencen a fluir) es una décima parte.

2.- Capacidad

La llegada del 5G también significa enormes avances en capacidad, algo que tendrán que tener en cuenta nuestras operadoras telefónicas. Las redes 5G deberían ofrecer un acceso a Internet más barato (e ilimitado, de verdad).

Ya no habrá diferencia entre Wi-Fi y 5G a la hora de realizar descargas. De hecho, puede que prefiramos decantarnos por el 5G, ya que será más rápido que cualquier red que tengamos en casa o en la oficina.

3.- Móviles más potentes

Los nuevos smartphones que incorporen 5G ya no estarán limitados por la capacidad de la batería, ni por el calor. Los expertos aseguran que podremos conectarlos a potentes ordenadores.

4.- No solo para teléfonos

La nueva tecnología 5G va más allá del mundo de los smartphones. Máquinas industriales, equipos agrícolas, coches… Y entre toda esta tecnología conectada entre sí, hará que algunas transmisiones tengan preferencia frente a otras. Por ejemplo, cuando dos coches que se conducen solos necesiten comunicarse para evitar una colisión, sus datos tendrán preferencia sobre otros (como una descarga que estemos realizando en ese momento o un vídeo que estemos viendo).

Pero no todo son ventajas…

No, como decíamos al principio, no todo el mundo comparte el mismo entusiasmo por la llegada de la tecnología 5G.

Tendremos una velocidad muy superior, cierto. Pero esto nos obligará a actualizar todos los transmisores móviles (y a instalar muchos más…).

La onda milimétrica de 5G (esta cobertura súper rápida de la que hablamos) sólo estará disponible en ciudades densamente pobladas. ¿Qué ocurrirá entonces en áreas suburbanas y rurales? Pues que el 5G ofrecerá una velocidad menor (aunque suponga «sólo» unas 9 veces más de la velocidad actual, dicen los expertos).

Por otro lado, habrá un inevitable impacto en el entorno: será necesario instalar más postes de luz y cajas, más cableado… Brindando un aspecto más industrial (que, seguramente, no siempre será bienvenido).

Lo que está claro es que la llegada de la tecnología 5G es inminente. Se hablaba de 2020, pero lo cierto es que las grandes operadoras de telefonía móvil empezarán a conectar sus nuevas redes 5G en varias ciudades a finales de 2018. ¿Para cuándo entonces los primeros smartphones con 5G? No tendremos que esperar mucho: se estima que salgan a la venta a principios de 2019.

Fuente: Scientificamerican.com

Belén Robles González