Uno de los sueños de los expertos en tecnología y biomimética ha sido imitar la piel del pulpo o del calamar por su capacidad para cambiar de color, permitiendo que personas u objetos desaparezcan en el entorno. Y aunque no estábamos muy lejos de esto, hacer pantallas flexibles para áreas grandes seguía siendo prohibitivo porque era necesario una construcción muy p precisa y en capas múltiples
Ahora esto ha cambiado gracias a un avance realizado por un equipo de científicos liderados por Jeremy J. Baumberg. Se trata de los píxeles más pequeños que se hayan creado jamás, un millón de veces más pequeños que los de la pantalla de los teléfonos móviles. Estos mini-píxeles podrían usarse para nuevas pantallas flexibles a gran escala: tan grandes como para cubrir edificios enteros.
Los píxeles desarrollados por el equipo de Baumberg son, de acuerdo con el estudio publicado en Science Advances, compatibles con la fabricación de películas o láminas de plástico flexible, lo que reduce drásticamente su coste de producción.
Los autores del estudio desarrollaron los píxeles recubriendo pequeños granos de oro (de una mil millonésimas parte de un metro de diámetro) con un polímero activo llamado polianilina. Esta delgada capa cambia químicamente cuando se estimula mediante electricidad , lo que hace que el píxel cambie de color, pero no a un solo, sino a cualquiera dentro del espectro.
Pueden verse a la luz del sol y, debido a que no necesitan una potencia constante para mantener su color establecido, tienen un rendimiento energético que hace que sean factible y sostenible su uso en grandes supeficies.
«Estas no son las herramientas normales de la nanotecnología – explica Baumberg en un comunicado –, pero este tipo de enfoque radical es necesario para hacer factibles las tecnologías sostenibles. La extraña física de la luz a nivel nanométrico, permite que se cambie el color, incluso si se cubre menos de una décima parte de la película con nuestros píxeles activos. Esto se debe a que, para la luz, el tamaño aparente de cada píxel es muchas veces más grande que su área física “.
Estos nano píxeles podrían permitir una gran cantidad de nuevas aplicaciones, como pantallas de visualización del tamaño de un edificio, arquitectura que puede apagar la carga de calor solar, ropa y recubrimientos de camuflaje activo o pequeños indicadores para los próximos dispositivos de Internet de las cosas.
Juan Scaliter