Compitió en cartelera con Marlon Brando en La ley del silencio, y con Los siete samuráis de Kurosawa. Así que nadie incluye Planeta prohibido (1956)entre las grandes películas de aquellos deliciosos años cincuenta, la década que vio nacer el rock y el tupé, años en los que ardía la Guerra fría. Pero Robby, el robot, se convirtió en la primera estrella cibernética. Por primera vez una máquina que hablaba más de cien idiomas, con ojos, y algo regordeta, formaba parte del elenco de una súper producción. Llovió, ¡cielos si ha llovido desde entonces! Pero del mismo modo que el amor, la guerra o el hambre, los robots siguen protagonizando películas en el reino de las palomitas. Robby fue el Adán de las máquinas populares en el cine, después vinieron R2-D2 , Número 5, Wall-E y un sinfín de simpáticos seres que ayudaron a contar el futuro.

De Robby a hoy han transcurrido más de 60 años. Ahora, en lugar de tupé, llevamos barbas mesiánicas, y ya no hacen falta actores de talla pequeña para enfundarse un traje de brillos. Vivimos tiempos en los que la Inteligencia Artificial empieza a masticarse de veras, y se considera la gran apuesta científica, tecnológica y empresarial de nuestros días. A los mortales ya no nos dan miedo los ciborg porque quieran acabar con la humanidad, ahora nos asuntan porque nos quitan el trabajo.

Los robots ya están entre nosotros, unos con aire de aspiradora, otros procesando millones de datos;instalados en una prótesis artificial que puede moverse a distancia; preparados para la guerra, o en el corazón de un software que finge amor maravillosamente.

Con este telón de fondo, acaba de presentarse en la Fundación Cotec la II edición del Robotic Online Short Film Festival (ROS Film Festival). Se trata del primer concurso internacional de cortometrajes protagonizados por robots. En su pasada edición se presentaron a concurso 48 cortometrajes de temática robótica procedentes de 16 países. QUO formó parte del jurado en aquella primera edición, y volveremos a participar en esta ocasión, invitados por Caleidoscopio, empresa que impulsa ROS film festival, perteneciente al Parque Científico de la Universidad Miguel Hérnandez de Elche.

La convocatoria está abierta hasta el 30 de junio, así que hay seis meses por delante para pergeñar una historia con robots. El festival tiene dos categorías a concurso, una de cortometrajes de ficción, y otra de “robots reales”. En esta segunda categoría los robots han de serprogramables, pero de cualquier gama. Están invitados a participar todos aquellos centros que trabajen con robots y/o Inteligencia Artificial o cualquiera que tenga un robot, un buen guión y ganas de contar una historia.

Así, a partir de hoy, empieza el futuro de los robots en el cine. A ver qué cuentan.

Lorena Sánchez Romero