La Cápsula Dragón, lanzada por la NASA el pasado 2 de abril, llegó a la Estación Espacial Internacional (ISS, en inglés) 2 días después, pero no lo hizo sola. Llevó consigo una carga de cerca de 2.600 kilos de alimentos, materiales y equipos para diferentes experimentos científicos. Entre ellos, se encuentra el módulo conocido como ASIM (en castellano, Monitor de Interacciones Atmosféricas Espaciales), el cual servirá a los investigadores que se encuentran allí para estudiar las grandes tormentas que de producen en la atmósfera de la Tierra. Lo hará desde allí arriba para saber aún mejor de qué manera afectan a nuestro planeta.

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También estudiará los Eventos Luminosos Transitorios y los rayos gamma terrestres en la conocida como “alta atmósfera” desde el módulo exterior Columbus de la Agencia Espacial Europea. Estos incluyen:

– “Chorros azules”, que son descargas eléctricas generadas por las nubes y dirigidas hacia partes más altas de la estratosfera

– “Espectros rojos”, que son destellos de luz causados por descargas eléctricas en la mesosfera (capa de la atmósfera terrestre que se extiende entre los 50 y los 80 km de altitud).

– “Duendes, anillos concéntricos de emisión causados por el pulso electromagnético en la ionosfera (capa de la atmósfera terrestre que se extiende entre los 80 y los 500 km de altitud).

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La idea es que ASIM ayude a mejorar el entendimiento acerca del efecto de las tormentas en la atmósfera de la Tierra y, con ello, las predicciones meteorológicas y climatológicas. No solo eso, sino que también proporcionará información sobre tormentas de arena, contaminantes urbanos, incendios forestales así como la electrificación e intensificación de huracanes y su relación con la actividad de relámpagos en el ojo del huracán. Estará operativo durante al menos 2 años.

España ha invertido casi 12 millones de euros en este módulo.

Fuente: NASA

Alberto Pascual García