Convencido de que la electricidad era el motor del futuro, Thomas Edison aprovechó su amistad con Henry Ford para persuadirle de la necesidad de desarrollar un coche eléctrico. Aunque se hicieron diferentes ensayos y se destinó una partida presupuestaria, el proyecto no llegó a la cadena de producción. Sí sirvió para que Ford desarrollara los primeros sistemas de iluminación eléctricos y de arranque automático de la historia. Abría así la puerta al Ford T, y con ello a  la hegemonía de los coches propulsados por motores de combustión. Eso sí, con los eléctricos siempre dispuestos a realizar un rápido adelantamiento.

Continúa el desafío

La eficiencia energética todavía no estaba entre las prioridades de los fabricantes. El primer coche de la historia, un eléctrico, tenía una batería de usar y tirar. Tuvieron que pasar 50 años para que se comercializaran los primeros acumuladores recargables de la historia. Eran de níquel-cadmio y permitían recorrer 80 km. Hoy, la autonomía y la velocidad punta han mejorado, pero sin que las marcas puedan todavía mostrar la señal del triunfo definitivo.

1832. Nace el primer coche eléctrico

Hace casi 200 años, Robert Anderson creó el primer coche eléctrico. Llevaba pila de energía ¡no recargable! Cuando se acababa, había que sustituirla por otra.

1881. Velocípedo Coventry-Rotary

Gustave Trouvé presentó el primer triciclo eléctrico ante la Academia Francesa de las Ciencias. Se trataba de un velocípedo Coventry-Rotary con un motor marino aligerado. 

1883. Primer vehículo diésel

Nacieron los motores diésel, con un consumo menor que los de gasolina y sin los inconvenientes de los repostajes de los eléctricos. Rudolf Diesel, su inventor, murió arruinado 30 años después, en 1913. 

1922. Aumenta la autonomía

El Detroit Electric, fabricado en esa ciudad estadounidense por la Anderson Electric Car Company, fue el más popular, con cerca de 5.000 ejemplares vendidos, uno de ellos a Thomas Edison. La autonomía empezaba a crecer y la publicidad de este coche prometía más de 130 km entre recargas.

1954. Eficiencia en motores de gasolina

La inyección directa llegó a los motores de gasolina. Mercedes, en colaboración con Bosch, incorporó esta solución por primera vez en un coche de serie, el 300 SL. El ahorro de combustible rondaba el 16%.

1959. Dauphine eléctrico

El automóvil francés viajó a EEUU, y de la mano de la National Union Electric Company se convirtió por arte de magia en coche eléctrico. El milagro se logró acoplándole un motor de aspiradora. El Dauphine eléctrico se vendió en EEUU como Henney Kilowatt

1967. Aprovechamiento de la energía

American Motors Corporation montó en su prototipo Amitron un sistema de recuperación de la energía de frenado. Evolucionada, la Fórmula 1 incorpora esta solución a partir de 2009 bajo las siglas KERS: Kinetic Energy Recovery System

1974. Urbanos con chispa

El vehículo urbano comenzó a hacerse un hueco entre las grandes berlinas. El Centro de Estilo de Fiat presentó el prototipo Citicar con un motor eléctrico. 

1982. Aerodinámica al poder

La crisis del petróleo obligó a plantearse en serio el consumo. La revolución vino de la mano del Audi 100. Por primera vez ofrecía importantes soluciones aerodinámicas: enrasamiento de los cristales, sellado de juntas, carenado de los bajos…

1988. El Golf eléctrico

Con la segunda generación del Golf, Volkswagen desveló sus intenciones en materia de vehículos eléctricos. Ahora, en la séptima versión, anuncia que pondrá a la venta un modelo eléctrico a lo largo de 2013.