Los embriones son muy difíciles de estudiar en las primeras fases de formación debido a su tamaño y a que se encuentran en el interior del vientre materno. Es lo que un equipo del Instituto MERLN de Medicina Regenerativa de la Universidad de Maastricht, en los Países Bajos, ha denominado “la caja negra del embarazo”.
Pues bien, ahora esos mismos investigadores acaban de abrir esa caja al crear estructura sintéticas parecidas a los embriones de ratones sin necesidad de óvulos ni de esperma. Para lograrlo, mezclaron de dos tipos de células madre y las unieron al revestimiento del útero de hembras vivas, donde crecieron durante varios días.
El objetivo de este estudio es poder crear un modelo que sea éticamente más aceptable (ya que las investigaciones con embriones auténticos están rodeadas de polémica), para estudiar y tratar de comprender mejor por qué algunos embriones no se implantan y se producen abortos en la fase temprana del embarazo.
Aunque de momento no hay planes para desarrollar el mismo experimento con células madre humanas.
Fuente. The Guardian.
Vicente Fernández López