Los accidentes automovilísticos, las lesiones deportivas, incluso el uso excesivo de la móviles, teclados o tabetas pueden lesionar los nervios periféricos, dejando a las personas con adormecimiento, hormigueo y debilidad en las manos, los brazos o las piernas. La recuperación puede llevar meses, y los médicos tienen poco que ofrecer para acelerarla.

A diferencia de las neuronas en el cerebro y la médula espinal, los nervios periféricos que atraviesan los brazos, las piernas y el torso, pueden regenerarse después de una lesión. Un medio para conseguirlo es la estimulación eléctrica. Esta desencadena la liberación de proteínas que promueven el crecimiento, potenciando las capacidades naturales de las células nerviosas y ayudándolas a crecer de forma más rápida y completa.

Pero hasta ahora, los médicos han carecido de medios para proporcionar de modo continuo estímulo.

«Sabemos que la estimulación eléctrica durante la cirugía ayuda, pero una vez que finaliza, se cierra la ventana para intervenir – explica el líder del estudio, Wilson Ray, en un comunicado – . Con este dispositivo, hemos demostrado que la estimulación eléctrica administrada de forma programada puede mejorar aún más la recuperación del nervio”.

El equipo liderado por Ray ha desarrollado un dispositivo implantable y biodegradable que suministra pulsos regulares de electricidad a los nervios periféricos dañados en ratas, ayudando a los animales a regenerar los nervios en sus patas, recuperando la función nerviosa y la fuerza muscular más rápidamente. El tamaño del dispositivo es similar a una moneda de 50 céntimos y se mantiene en el lugar seleccionado aproximadamente dos semanas antes de ser completamente absorbido por el cuerpo.

Los hallazgos se han publicado en Nature Medicine.

Juan Scaliter