Carrillada de cordero fluorescente y modificado, salpicada con ADN de medusa… Suena a broma, pero la realidad se acerca bastante a lo anterior. Ya que, según informa el diario Le Parisien, un cordero llamado Rubi, que era fruto de un experimento genético del Instituto Nacional de Investigación Agronómica de Francia (INRA), ha sido vendido por error como carne para el consumo humano.

El animal en cuestión era de color verde fluorescente, debidoa que había sido modificado genéticamente con ADN de medusa. Pese a ello, la negligencia de varios trabajadores del laboratorio propició que Rubi acabara en un matadero y que su carne se enviara al mercado para ser vendida.

Hasta la fecha, no se sabe ni quienes ni cuantas personas pueden haberse comido la carne del bicho. Y, a menos que de su estómago salga un resplandor verdoso, parece ser que nunca lo sabremos. De todas formas, los consumidores habituales de cordero francés pueden estar tranquilos. Los responsables del laboratorio afirman que la carne del ejemplar mutante era tan comestible como la de cualquier otro. ¿Ustedes se fiarían?

Redacción QUO