El trabajo y celo de los científicos a menudo los lleva a tareas nada agradables. Una de esas es la que llevó a un equipo multidisciplinar de científicos de la Universidad de Helsinki (Finlandia) y de Boulder, Colorado (EEUU) a recolectar estiércoles de 10 vacas (cinco de ellas habían sido sometidas a un tratamiento con un antibiótico de amplio espectro), dividirlas en pequeñas partes y colocarlas en un cubo para medir y comparar los gases, como el dióxido de carbono, el metano o el óxido de nitrógeno.
En los resultados, publicados en Proceedings of the Royal Society los autores señalan que el uso de antibióticos prácticamente duplica la cantidad de metano presente en la material fecal de las vacas.
“Los antibióticos – afirman los autores en el artículo – se utilizan ampliamente en la agricultura para promover el crecimiento y para tratar o prevenir las enfermedades del ganado. Sin embargo, pueden tener consecuencias importantes para la salud humana y el medio ambiente Esta es la primera demostración de que los antibióticos pueden aumentar las emisiones de metano en el estiércol”.

Si tenemos en cuenta que la agricultura es responsable de casi una quinta parte de las emisiones globales de gases de efecto invernadero y que solo el metano, un gas 20 veces más eficiente que el dióxido de carbono en atrapar el calor, genera el 40% de las emisiones de la agricultura, el tema no es menor.
Los científicos autores del estudio especulan que los antibióticos cambian la actividad microbiana en el sistema digestivo de las vacas.

Juan Scaliter