Microbiólogos de la Universidad de Columbia, han descubierto que un virus que infecta bacterias de agua dulce, utiliza fragmentos del ADN del sistema inmune para “secuestrar” la respuesta de su huésped. Se trata de Cyanophage N1, un agente infeccioso que tiene una secuencia de ADN, que generalmente utiliza la bacteria para combatir infecciones. CRISPR, sigla de repeticiones palindrómicas cortas agrupadas y regularmente interespaciadas, son biblioteca de ADN que utilizan las bacterias para identificar y destruir agentes dañinos.
“Es la primera evidencia que hemos encontrado de un virus capaz de recurrir a CRISPR para comprometer el sistema inmune ajeno. Es como si un hacker ingresara en un ordenador y arreglara para que ya nadie más pueda entrar – señala uno de los autores del estudio publicado en American Society for Microbiology, Curtis Suttle –.Las bacterias y los virus comparten una historia evolutiva que se remonta a miles de millones de años. En algún momento N1 robó parte del fragmento defensivo de la bacteria Nostoc o de un pariente cercano, para usarla en su beneficio”.Los antepasados de la bacteria Nostoc fueron los responsables de producir oxígeno en la Tierra.
Juan Scaliter