El Geoparque de Lanzarote se ha transformado por unos días en Marte. Al menos para los participantes en el curso Pangaea, organizado por la Agencia Espacial Europea (ESA) para astronautas y otros miembros de su personal. Pedro Duque y Luca Parmitano recibirán allí entrenamiento para moverse en el entorno natural marciano, aprovechando la similitud entre la isla volcánica y el Planeta Rojo. Les acompaña Matthias Maurer, miembro de Eurocom, un equipo de enlace entre las tripulaciones y los centros de control en misiones espaciales de la ESA.
Los tres realizarán varias travesías en las que practicarán la detección de lugares idóneos para la recogida de muestras, el guiado a partir de imágenes de satélite y la comunicación por radio con un simulado equipo de científicos en tierra. Recogerán muestras y las analizarán con posterioridad. Una de ellas se realizará dentro de un tubo de lava, una cueva volcánica, similar a las descubiertas en Marte o la Luna. Estos enclaves pueden contener agua subterránea y, por tanto, más probabilidades de albergar vida microbiana. Además, suponen un buen refugio ante la radiación.
En esas incursiones, se basarán en los conocimientos adquiridos en una primera fase de Pangaea, que realizaron en la región andina de Bresansona (Italia). También en la instrucción que recibirán en Lanzarote de forma paralela a sus prácticas.
Las primeras travesías irán preparándoles para tomar decisiones por sí mismos, sin atenerse a un plan prefijado y de acuerdo a sus conocimientos y las circunstancia. Esta independencia en su actuación resulta fundamental para cualquier astronauta.
Tras cada travesía, regresarán con los instructores a las rutas realizadas, para evaluar si la toma de muestras ha resultado óptima. Además, los astronautas deberán elaborar informes escritos y con ilustraciones sobre su “botín” diario.
Según la nota de prensa de la ESA, Pedro Duque ha manifestado sentirse “muy feliz de estar en esta hermosa región de mi país para este curso. El entorno de Lanzarote es único en el mundo, y se parece mucho a lo que sabemos que ofrecerán otros mundos a los astronautas futuros. Haré todo lo que pueda para ayudar a preparar un curso en el que futuros colegas reciban todo el conocimiento que necesitan para que su exploración de otros planetas resulte relevante”.
Pilar Gil Villar