Todo comenzó a mediados de noviembre cuando se declaró el primer caso de infección por H5N6, una variante altamente contagiosa de la gripe aviar, en Corea del Sur. Desde entonces se han declarado otros 43 casos lo que ha provocado que las autoridades sanitarias del país sacrificaran unos 10 millones de pollos y patos en granjas en todo el territorio coreano en menos de un mes.
Y los planes siguen. Un comunicado del ministerio del agricultura, anunciaba la intención de sacrificar otros 2,5 millones de aves, lo que lo convierte en la peor crisis desde el brote de 2014, cuando tuvieron que pasar por el matadero 14 millones de aves.
La medida afecta también a los trabajadores de esta industria, a quienes se les prohibió la circulación por el país durante al menos 48 horas, en un intento de detener la dispersión de la epidemia.
En este contexto, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha alertado de la posibilidad de que el virus se extienda a China, empeorando las perspectivas. El brote ha surgido en un momento de importante inestabilidad política en Corea del Sur debido al pedido de destitución de la presidenta, Park Geun-Hye, el pasado 9 de diciembre.
Juan Scaliter