¿Y si en lugar de una crema solar pudieras aplicar, directamente sobre tu piel una película de ADN? Esta fue la pregunta que se hicieron científicos de la Universidad de Binghamton liderados por Guy German. Su respuesta fue desarrollar un material hecho de ADN que protege la piel de la luz ultravioleta, que cuanto más se expone al sol mejor lo hace y, como añadido, mantiene la piel hidratada.
«La luz ultravioleta (UV) puede dañar seriamente el ADN – explica German –, y eso no es bueno para la piel. Lo que hicimos fue darle la vuelta a esto y, en lugar de dañar el ADN dentro de la piel, dañamos una capa en la parte superior”. Para ello crearon una película transparente de ADN que absorbe los rayos UV y, cuanto más se expone a ellos, más absorbe.

Como ventaja adicional, el materias es higroscópicos, lo que significa que la piel recubierta con las películas de ADN puede almacenar y mantener el agua mucho más que la piel. Así, al aplicarse, es capaz de demorar la evaporación del agua y mantener el tejido hidratado durante largos períodos de tiempo.
El próximo paso es evaluar si este material puede ser efectivo en el tratamiento de heridas cuyo proceso de curación quiere seguirse, proteger del sol y mantenerla en un ambiente húmedo, conocido por promover tasas más rápidas de cicatrización.

“Esto no sólo podría tener aplicaciones como protector solar – concluye German –, al ser transparente y prevenir el daño que provoca el sol en los tejidos, creemos que podría convertirse en un elemento útil para proteger las heridas en ambientes extremos”.
El estudio ha sido publicado en Nature.

Juan Scaliter