La atroz sequía que golpeó a California en 2015 obligó a dicho estado a buscar soluciones innovadoras para tratar de paliar el problema. Y una de ellas fue el llamado proyecto Shade Balls, consistente en cubrir los embalses con bolas de polietileno de unos diez centímetros de diámetro. El objetivo era crear una capa protectora que evitase la evaporación del agua.

Ahora, más de un año después, las autoridades locales han valorado la medida y aseguran que ha sido todo un éxito, ya que ha evitado la evaporación de más de un millón de metros cúbicos de agua.

Peto, además,han evitado la aparición del bromato, un compuesto contaminante que se produce por la acción de las radiaciones ultravioletas sobre el cloro que contiene el agua de los embalses. Al ser de color negro, las bolas han bloqueado la acción de los rayos solares, manteniendo el líquido en buenas condiciones.

Fuente: Bussines insider.

Vicente Fernández López