El estudio del arquitecto Norman Foster ha desarrollado este proyecto para la construcción de la primera base lunar. La Agencia Espacial Europea quiere que en el año 2030 comience a hacerse realidad.

Fuera de nuestra vista

Está previsto que la base se instale en la cara oculta de la Luna (por lo que nunca sería visible desde nuestro planeta). Eso permitiría la construcción de un telescopio gigantesco que, protegido de la radiación absorbida por la atmósfera de la Tierra, podría dedicarse a observar el espacio profundo.

Impresoras 3D

La base será contruía por robots que utilizarán piezas impresas en 3D. Aunque el eje de la misma será una cúpula inflable que será trasladada en un cohete, y sobre la que los robots construirán un escudo protector.

Usar los recuros locales

El proyecto también tiene previsto utilizar el propio suelo lunar (llamado regolith) para obtener materiales que permitan, en fases posteriores, edificar otras infraestructuras.

Un hogar en el espacio

Maqueta que muestra parte del interior de la base, que servirá de hogar para cuatro astronautas de diferentes países.