De acuerdo con científicos del Instituto John Hopkins de Investigación, el sistema inmunológico podría ser entrenado para no responder a la reacción alérgica que crean ciertos alimentos como la leche o los cacahuetes.

El equipo de investigación, liderado por el Dr. Shau-Ku Huang y por Yufeng Zhou ambos de la División de Alergias e Inmunología Clínica del Colegio de Medicina John Hopkins, ha descubierto un tipo de células inmunológicas en el tracto gastrointestinal, llamada lamina propia denditrica, considerada la primera línea de defensa de nuestro sistema inmune. Esta célula se expresa a través de un receptor espacial, el SIGNR1, que se une a determinados azúcares. Al señalar este receptor, utilizando una proteína de azúcar modificada, los investigadores fueron capaces de evitar que los alimentos que antes podrían haber causado un gran daño, incluso la muerte, tuvieran un efecto nocivo.

“La realidad es que no hay cura para las alergias alimenticias. La única respuesta es no comerlos – asegura Zhou –. Esto podría enseñar a nuestros cuerpos a crear una nueva respuesta inmune”.Los hallazgos han sido publicados recentemente en la revista Nature .

En el laboratorio, Zhou tomó unas proteínas alimenticias que causaban alergias en ratones y las modificó sumándoles azúcares especiales. De este modo, el sistema inmune aprendería a tolerar la comida y no se produciría la reacción alérgica. Incluso en alimentos sin modificar. Una prueba en dos grupos de ratones demostró que la presunción de los científicos era correcta. Mientras en el grupo que fue alimentado normalmente, las alergias causaron temblores, convulsiones y en algunos la muerte, en el segundo grupo, que primero fue alimentado con la proteína modificada y luego normalmente, algunos presentaron pequeñas molestias: estornudos, ojos llorosos, pero ninguno tuvo una reacción notable.

Juan Scaliter