Emular a una diva con el aspecto glamouroso que concede un tacón alto puede llegar a resultar, además de seductor, muy saludable para la vida sexual femenina. Los científicos han descubierto que los tacones fortalecen los músculos del suelo pélvico, mejoran su fuerza y la capacidad de contracción. Su empeño por desterrar creencias infundadas acerca del uso de zapatos altos –como el riesgo de desarrollar esquizofrenia, que dicen algunos– llevó a una uróloga de la Universidad de Verona, Maria Cerruto, a iniciar una investigación para medir la actividad eléctrica de los músculos pélvicos en mujeres que usan tacón habitualmente. Encontró que aquellas que utilizan zapatos de siete centímetros de altura tienen los músculos pélvicos más relajados y fuertes. Sin duda, una alternativa válida, y sobre todo muy sexy, a los ejercicios pélvicos de gimnasia.
Redacción QUO