La crisis ha menguado la bolsa de la compra, en el mercado en vez de dos kilos de fruta cargamos kilo y medio, y en la farmacia en vez del envase de 24 cápsulas compramos el de 12. Según el Colegio de Farmacéuticos de Madrid, la facturación de las farmacias madrileñas bajó un 15% entre enero y agosto, cuando la crisis todavía se llamaba desacelación. Lo hicieron los medicamentos de venta libre, esos que tenemos que pagar íntegramente. Cabe pensar que la gente, por eso de ahorrarse unos euros, se inclinaría por ir al médico a por una receta. Pues no, el crecimiento del gasto en medicamentos de prescripción fue similar al del año pasado. Quizá se ha descubierto el primer efecto beneficioso de la crisis: ¿mejorará la salud?

Redacción QUO