Hasta hora creíamos que los ejercicios aeróbicos (correr, montar en bicicleta, hacer aerobic…) eran los mejores para la salud cardiovascular. Por eso se acuñó la expresión «hacer cardio». Pero, ahora, un nuevo estudio realizado por investigadores de cuatro países, entre ellos miembros del Departamento de Ciencias de la Salud de la Universidad Pública de Navarra, ha revelado que el entrenamiento de fuerza también consigue los mismos resultados, aunque por distintos medios.

Los autores del estudio han observado que los entrenamientos de fuerza hacen que los músculos esqueléticos liberen unos péptidos llamados mioquinas que son saludables para el corazón, además de que contribuye a mejorar la salud de la microbiota intestinal.

Según los autores del estudio, estos resultados son una nueva evidencia que manifiesta la necesidad de que el ejercicio físico se considere una herramienta más para el tratamiento de las enfermedades cardiovasculares, incluso en las personas mayores.

Fuente: SINC.

Vicente Fernández López