Fumar es una de las principales causas de enfermedades cardiovasculares. Pero, ahora, una nueva investigación realizada por Victoria Schwarz en la Universidad del Sarre, Homburg, Alemania, revela que una o dos copas de vino pueden ayudar a minimizar los efectos nocivos de los cigarrillos.

El tabaco afecta al correcto funcionamiento del endotelio, una especie de tejido que envuelve a los vasos sanguíneos, lo que a la larga suele provocar la aparición de enfermedades coronarias. Pero, lo que ha descubierto este estudio, es que el fenol, que es uno de los componentes del vino, refuerza al endotelio, logrando minimizar los efectos perniciosos del tabaco.

Pero, para que este remedio funcione, el estudio afirma que la copa de vino hay que bebérsela antes de fumarse el cigarrillo. La investigación también reveló que el consumo de tabaco afectaba a la telomerasa reduciéndola en un 50%. Mientras que, en el caso de los fumadores que tomaban la citada copa de vino, esa reducción solo era del 20%.

Hay que aclarar que el estudio se realizó solo con los llamados fumadores sociales, gente que solo consume tabaco en circunstancias ocasionales. Por eso, se ignora si sus conclusiones son extrapolables también a los fumadores habituales.

Fuente: https://www.eurekalert.org/pub_releases/2016-11/ehs-drw111516.php

Vicente Fernández López