El rumor de que la Unión Europea podría prohibir los kebabs ha corrido como la pólvora por todo el continente. Pero solo era eso: un rumor. La realidad era muy distinta y mucho más sencilla: la UE solo ha mostrado su rechazo a una propuesta de la Comisión para permitir que esta receta pudiera usar fosfatos, un tipo de aditivos basados en la sales de ácido fosfórico. Su aplicación en la carne tiene la finalidad de evitar que se pierda el agua que contiene, para ayudar a mantenerla más jugosa. Pero, ¿lleva fosfatos la carne de los kebabs?

Para saberlo, nos pusimos en contacto con Roberto Sánchez Lozano, responsable de calidad de Soyal Food, la mayor fábrica de carne para este producto de España, y la tercera de Europa. Tal y como nos explicó: «El uso de fosfatos ya estaba prohibido en casi todos los tipos de carne, incluido el que se emplea para fabricar los kebabs, aunque existían algunas excepciones en las que si se permitía. Son lo que se conocen como preparados cárnicos, y que incluyen por ejemplo las salchichas». Esa prohibición ya existente implica, por tanto, que en teoría los kebabs que se comen en Europa no llevan esos aditivos. «Los nuestros, desde luego, no. No usamos el polifosfato E-338-452 en nuestra carne», explica Sánchez-Lozano. «Lo que si ha ocurrido es que los fabricantes de kebabs nos hemos unido para presentar una iniciativa de cara a que se reconozca a este plato en la categoría de preparados cárnicos, y así se nos permita en el futuro el uso de los fosfatos».

En resumen, que si todos los fabricantes europeos de carne para kebabs cumplen la legislación a rajatabla, ya estaríamos comiendo el producto sin fosfatos. Eso implica que la decisión de la UE de no permitir su uso no va a variar ni el sabor ni la textura de este producto. Aunque conviene señalar que algunos rumores (nuevamente, insistimos en que son solo rumores, ya que nadie da nombres de empresas concretas), apuntan a que hay algún fabricante de este producto que si podría estar saltándose esta prohibición. Pero son acusaciones que deben ser confirmadas con datos concretos para poder tomarlas en serio.

Conclusión: la UE no va a prohibir el consumo de kebabs, y las decisiones adoptadas no van afectar, al menos en teoría, al sabor y a la textura de este plato.

Vicente Fernández López