El llamada dolor neuropático es un tipo de dolor crónico producido por un daño en las estructuras del sistema nervioso. Los especialistas lo clasisfican en dos tipos: central, cuando su origen está en el cerebro o en la espina dorsal, o periférico. Este último tipo está causado por una lesión del nervio periférico que hace que algunas neuronas se vuelvan anormalmente sensibles a cualquier estímulo que llegue a través de la piel.

Y en el caso del dolor periférico, las neuronas que se vuelven hipersensibles reciben el nombre de TrkB. Y, ahora, un equipo del European Molecular Biology Laboratory, en Roma, ha diseñado una nueva terapia que alivia los síntomas de esta variedad de dolor crónico.

Los investigadores han creado un tipo de molécula que se fusiona con dichas neuronas, pero que no interactúa con el resto. Dicha molécula ha sido manipulada para ser sensible a la luz. Por eso, se la puede activar con un haz de luz infrarroja, haciendo que las células nerviosas activadas se replieguen sobre sí mismas y se entierren más profundamente. De esa manera se logra que sean menos sensibles a los estímulos que llegan por la piel, y se reduce la sensación de dolor que causarían.

Fuente: IFL SCience.

Vicente Fernández López