Se ha conseguido que una persona dé órdenes a un robot solo con el pensamiento, y a diferencia de otras tecnologías médicas, sin necesidad de que al sujeto se le implante ningún sensor en la cabeza. Una resonancia magnética mide las señales eléctricas cerebrales del individuo, y con ellas el dispositivo ideado por Honda interpreta el mensaje que ha enviado y lo transmite al robot. De momento, solo entiende cuatro órdenes, pero en el futuro podría llegar a sustituir a los teclados de los gadgets y ayudar a personas con movilidad reducida.

Redacción QUO