Un informe de la revista de la Federación Española de Fútbol reveló que casi el 60% de nuestros jugadores cree que seguir determinados rituales (como vestirse o salir al campo en un cierto orden) puede traerles suerte. Por eso no resulta extraño que Ro­naldo (tal y como se cuenta en el informe publicado en la revista Fútbol) siempre entre en el campo pisando el césped con el pie derecho, ni que Johan Cruyff siempre jugara con el dorsal número 14, cifra que, según él mismo confesó varias veces, le traía fortuna, ya que a esa edad ganó su primer galardón como juvenil. Pero la palma se la llevan los brasileños; se cuenta que algunos jugadores dejan velas encendidas en el vestuario antes de salir al campo. Nada comparado con la costumbre del carioca José Robson do Nascimento, quien antes de cada partido tenía que oler sus propias botas y que jugaba toda la temporada con los mismos calzoncillos. “Me daba suerte”, confesó en una entrevista concedida este año a la agencia EFE. “Desde que comencé con estos ritos en 1995 hasta que me retiré en 2007, no dejé de marcar goles”. Eso sí, los calzones no le duraban de una temporada a otra.

Redacción QUO