En Arizona exite una vieja leyenda que habla del fantasma rojo. Todo comenzó cuando, en 1873, una mujer en la localidad de Camp Verde fue atacada por una enorme bestia de color rojo montada por un esqueleto, y pisoteada hasta la muerte. Este tipo de terroríficos sucesos se habrían repetido hasta que, en 1893, un ranchero llamado Mizoo Hastings logró matar a la bestia de un disparo. La criatura fue examinada y, al parecer, se trataba de un camello de color rojo en cuya grupa iba montada una osamenta humana.

Por supuesto, lo anterior solo es leyenda, pero si es cierto que en el desierto de Arizona hubo camellos. Fueron introducidos en los Estados Unidos por el ejército en 1856. La caballería importósesenta y dos de estos animales desde Turquía para crear un cuerpo experimental bautizado como Camel Corps US Army. Junto a ellos viajó un entrenador turco llamado Hadji Ali (aunque los norteamericanos le rebautizaron «Hola Jolly») para enseñar a montar a los soldados.

Los camellos fueron usados en la lucha contra los apaches. Se adaptaron bien a los duros desiertos de Arizona y Nuevo México, pero los soldados combatían peor cuando cabalgaban a lomos de estos animales que cuando lo hacían sobre caballos. Por ese motivo, la unidad fue disuelta en 1873. Muchos de aquellos camellos fueron adquiridos por empresarios circenses que los exhibieron en ferias ambulantes, y otros fueron soltados en el desierto. Por supuesto, aquellos ejemplares no tuvieron ningún problema para sobrevivir en ese ambiente pero, al ser tan pocos, no lograron reproducirse de manera suficientemente numerosa como para garantizar la supervivencia del grupo, y acabaron por extinguirse.

Actualmente, una pirámide en el desierto de Arizona recuerda a aquellos camellos que ayudaron a conquistar el salvaje opeste.

Redacción QUO