El llamado Primer Apocalipsis de Jaime, es un texto que forma parte de los llamados evangelios apócrifos. Fue descubierto en 1945 en la ciudad egipcia de Nag Hammadi, y los estudios posteriores han atribuido su autoría a una corriente del cristianismo conocida como gnosticismo. Se trataba de un movimiento que acabó siendo declarado herético por proclamar que el ser humano no alcanzaba la salvación eterna gracias al sacrificio de Cristo, sino al conocimiento profundo de lo divino.

En dicho documento se recogen las conversaciones, enseñanzas y revelaciones de Jesús a Jaime, uno de los cuatro supuestos hermanos que algunas tradiciones le atribuyen. Pero el texto que se conservaba era según los estudiosos una copia. Pues bien, ahora, un equipo de investigadores de Oxford ha localizado el que parece ser el documento original, escrito en griego.

Según los estudiosos, este texto fue considerado herético en torno al año 300 de nuestra era, por Atanasio, obispo de Alejandría y patriarca de la iglesia copta (nombre que reciben la comunidad cristiana de Egipto). Fue precisamente él quien estableció la lista canónica de los 27 libros integran el llamado Nuevo Testamento, desechando todos lo que hoy se conocen como evangelios apócrifos.

Vicente Fernández López