En el espacio hay algo que inquieta mucho a las autoridades estadounidenses. Se trata de un extraño satélite que los rusos pusieron en órbita en octubre de 2017. Según fuentes del Kremlin se trata de un ingenio cuya misión es inspeccionar el estado de otros satélites. Pero los americanos no acaban de fiarse.
Tal y como explicó Yleem Poblete, una asistente del departamento de estado, sus órbitas son demasiado extrañas, y su comportamiento anómalo. No se comporta como ningún otro satélite conocido, ni siquiera ruso. Por ese motivo sospechan que podría ser un ingenio militar, cuya misión sería (en caso de conflcito bélico) destruir satélites de las naciones rivales.
A favor de esta hipótesis esgrimen el hecho de que, hace una década, los rusos ya reconocieron que estaban desarrollando un proyecto de misiles destinados a derribar satélites enemigos. Por supuesto, el gobierno de Putin niega que su satélite tenga un propósito militar, y asegura que todo forma parte de una campaña de infamias destinada a culpar a Rusia de casi todo lo malo que ocurre en el mundo. Desde la supuesta ingerencia en las elecciones USA, hasta el envenenamiento del ex espía Serguéi Skripal con el agente químico Novichok.
Cualquiera sabe.
Fuente: LiveScience.
Vicente Fernández López