Sexo y cariño producen un estado de ánimo óptimo y provocan una mejoría casi inmediata en el sistema inmunitario
Entre arrugas y achaques, la sexualidad y el amor se van abriendo paso hasta edades cada vez más avanzadas. Sexo y cariño producen un estado de ánimo óptimo y provocan una mejoría casi inmediata en el sistema inmunitario. Por eso, es fundamental, según el neurólogo Rafael González Maldonado, mantener un buen nivel de hormonas sexuales –testosterona y estrógenos-, ya que aportan energía, mejoran las capacidades intelectuales y estimulan los receptores de serotonina. Los estrógenos son, además, excelentes antioxidantes cerebrales.
Se dice que los grandes genios, como Francisco Umbral, ejercitaron la sexualidad hasta etapas bien maduras, lo que contribuye a prolongar su actividad creativa. De hecho, se atribuye a Pablo Picasso la frase: “Cuando me dicen que soy demasiado viejo para hacer una cosa, procuro hacerla enseguida”.
No hablamos de tiempos de los romanos, y tampoco de tribus perdidas. En Francia, en el siglo XIX, algunos manuales de Psiquiatría recogían todavía una demencia crónica provocada por las prácticas masturbatorias. En 1780, Johann Frank quiso dar a la masturbación un carácter de especialidad médica.
Familiarizarse con su uso generaría menos resistencia por parte de la mujer.
El 80% de los pacientes tratados con ondas de choque de baja intensidad experimenta una mejoría en sus problemas de disfunción eréctil, según un estudio de Boston Medical Group. Este tratamiento está indicado para pacientes con problemas de erección con origen vascular, debido al efecto de neovascularización de las ondas de choque, que impulsan la creación de nuevos vasos sanguíneos en el pene.
En cada sesión se aplican 3.000 ondas de choque de baja energía repartidas en diferentes zonas del pene.
Cada vez más hombres que se someten a una cirugía para solucionar problemas de erección piden de paso una corrección de curvatura o un alargamiento del pene. Alrededor de un 16% de estos pacientes aprovechan el quirófano para un retoque estético en sus genitales. Aunque los resultados de satisfacción superan el 90%, tanto para el hombre como para la pareja, un estudio dirigido por Frédérique Courtois, de la Universidad de Québec, en Montreal, ha tratado de ver si existe un prototipo de pene ideal que pudiera servir como molde universal en todos los quirófanos para las cirugías de reconstrucción del pene. Y si fuese así, ¿qué criterios debería tener en cuenta?
El estudio concluye que, al menos hasta ahora, ninguna técnica cumple todos estos criterios, y aconseja un mayor conocimiento e información al paciente para responder mejor a sus necesidades reales y moderar sus expectativas, a menudo demasiado exageradas, en cuanto a tamaño y en su funcionamiento. Esta comunicación básica entre médico y paciente evita también muchas decepciones postoperatorias. A veces ni siquiera es necesario cambiar la forma o tamaño del pene, sino la percepción que uno tiene de sí mismo.
En Ciudad del Cabo, en Sudáfrica, se hablará, sobre todo, de sexualidad en 2021. Allí celebrará la World Association for Sexual Health (WAS) su congreso anual de salud sexual. Los asistentes expondrán en talleres, debates y ponencias sus últimos conocimientos sobre comportamiento sexual, terapias, técnicas y otros aspectos sociales y culturales. Uno de los objetivos marcados para este año será la adopción urgente de medidas que garanticen la salud sexual y los derechos para todo el mundo.
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