Un análisis del uso de Twitter en EE. UU. , muestra que el uso de las redes sociales refleja en gran medida los horarios de trabajo diarios y los calendarios escolares. Los datos reflejan la cantidad de “jet lag social” causado cuando las demandas sociales hacen que las personas se despierten mucho antes de lo que deberían, según sus ritmos biológicos.

En el nuevo estudio publicado en Current Biology, investigadores de la Universidad de Chicago analizaron la actividad de Twitter de más de 246.000 usuarios desde 2012 hasta 2013 para buscar patrones diarios de uso. Los tweets fueron etiquetados con datos de ubicación geográfica. Así, la hora exacta y la ubicación servían para detectar los tiempos de sueño y vigilia de las personas, un registro público que muestra cuando alguien está despierto y todavía usa Twitter.

En todo Estados Unidos, hay una desaceleración diaria en los tweets por la noche cuando la mayoría de las personas se acuestan. Los investigadores vieron que esta calma nocturna cambia a horas posteriores los fines de semana en relación con los días de semana, un fenómeno que han bautizado como “jet lag social de Twitter”. La cantidad de tiempo que una persona se queda despierta por la noche o lo que tarda en madrugar, varía según el país y las estaciones.

El estudio también muestra que estos cambios tienden a coincidir con los horarios sociales relajados de a las vacaciones de verano y no con los efectos estacionales en la cantidad de luz diurna.

«Comenzamos el estudio esperando que la asiduidad estuviera vinculada a un efecto solar o estacional, que su reloj interno cambiará en el verano y que condujera a una disminución en el desfase horario social – explica Aaron Dinner, líder del estudio –. Pero de hecho, eso no es lo que encontramos. La gente se levanta más tarde los días de semana en el verano porque sus restricciones sociales son relajadas. El comportamiento del fin de semana, y probablemente el reloj biológico de una persona, no cambia mucho durante el año en la mayoría de los casos”.

Si bien este no es el primer estudio científico que analiza los patrones de actividad revelados por los datos públicos de Twitter, representa una instantánea de una ventana única en el tiempo. Durante el período 2012-2013, cuando se recopilaron los datos, la geolocalización se activó de forma predeterminada en las aplicaciones de Twitter. Ahora hay que configurar esa opción.

“Lo que es más emocionante – concluye Dinner – es la posibilidad de usar dispositivos en los que el usuario opta por proporcionar datos, como un reloj inteligente o un rastreador de ejercicios. Si pudiéramos acceder al tipo de datos en los que puedes seguir a una persona a lo largo del tiempo y ver cómo están cambiando los ritmos de su comportamiento, podríamos brindarle a esa persona información muy útil sobre su reloj biológico”.

Juan Scaliter