Científicos de la Universidad de California, Berkeley, han creado un pequeño robot inspirado en uno de los insectos más resistentes de la naturaleza: la cucaracha. Aunque el diseño lleva años activo, ahora ha recibido una actualización en su “cuerpo”, un caparazón aerodinámico, perfecto para que el pequeño droide se enfrente a los obstáculos.
De acuerdo con el principal investigador del estudio publicado en Bioinspiration & Biomimetics, Chen Li: ”La mayoría de los estudios de robótica se enfrentan al problema de los obstáculos evitándolos. Para ello deben depender en gran medida del uso de sensores que estudien el ambiente y sugieran la ruta más adecuada. Sin embargo, cuando el terreno se vuelve densoy desordenado, sobre todo porque las brechas entreobstáculos son muy pequeñas, este enfoque comienza a resultar poco eficaz”.
Por ello el exoesqueleto aerodinámico resultaba tan importante y aunque el equipo podría haber añadido sensores para ayudar al VelociRoACH, el nombre del robot, la opción más sencilla era probar con diferentes exoesqueletos (tres en total) hasta dar con el más adecuado. Y, a juzgar por el vídeo, estaban en lo correcto.

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Juan Scaliter