Más de una vez te habrás preguntado si podría existir algún método para eliminar los prejuicios de nuestros colegas humanos y hacer más habitable y tolerante nuestro planeta. Pues bien, una investigación realizada por científicos estadounidenses ha demostrado que es posible. Para llevar a cabo la hazaña, utilizaron energía magnética en una zona concreta del cerebro que se activa cuando intentamos resolver problemas y actuar ante conflictos o amenazas, y que tiene curiosos efectos colaterales, como disminuir la creencia en la religión y el rechazo a los inmigrantes. Según los científicos, de este descubrimiento se extrae otro hallazgo importante: que las creencias religiosas o ciertas ideas intolerantes como ciertas actitudes ante la inmigración son en cierta medida formas de resolver problemas. El primer caso sería con respecto a la muerte y el segundo, un sentimiento de amenaza.

Keise Izuma, psicólogo de la Universidad de Nueva York y autor principal del estudio, trabajó con un equipo de investigadores de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA) para llevar a cabo este peculiar experimento. Se valió de la estimulación magnética transcraneal con el fin de apagar temporalmente de manera segura regiones concretas del cerebro. Los científicos se centraron en la corteza posterior medial frontal, un área del cerebro asociada a detectar problemas y actuar ante ellos.

El estudio, publicado en la revista Social Cognitive and Affective Neuroscience, narra cómo los investigadores seleccionaron a 39 estudiantes políticamente moderados como sujetos de prueba y los dividieron en dos grupos. Al primero, se le dio una dosis mínima de magnetismo que no era suficientemente fuerte como para influir en la actividad cerebral. Al otro, se le aplicó la dosis de magnetismo necesaria para poder alterar la corteza posterior medial frontal temporalmente. Después, se pidió a los sujetos de prueba que pensarán y les hablarán sobre la muerte y, a continuación, les hicieron preguntas sobre sus creencias religiosas y los sentimientos que les provocaba la inmigración.

Los resultados, revelaron que el grupo que recibió la dosis de magnetismo necesaria para alterar su corteza posterior medial frontal respondió de la siguiente forma: un 32,8% aseguraba creer menos en Dios, los ángeles o el cielo. Además, un 28,5 % demostró una tolerancia superior hacia los inmigrantes que llegaban a su país. Según explica Izuma, «la gente a menudo recurre a la ideología cuando tiene que enfrentarse a determinados problemas. Queríamos saber si una región del cerebro que está relacionada con la solución de problemas concretos, como decidir cómo mover el cuerpo para superar un obstáculo, también está implicada en la solución de problemas abstractos abordados por la ideología».

Según explica Colin Holbrook, investigador de la UCLA y coautor del estudio: «estos resultados son especialmente llamativos, y están en consonancia con la idea de que los mecanismos cerebrales que evolucionaron para funciones relativamente básicas de amenaza-respuesta se utilizan también para producir reacciones ideológicas. Sin embargo, se necesita más investigación para entender exactamente cómo y por qué las creencias religiosas y las actitudes etnocéntricas se redujeron en este experimento «.

Fuentes:

independent.co.uk | york.ac.uk | scan.oxfordjournals.org |

Redacción QUO