“Los prótesis han cambiado muy poco en los últimos 100 años– explica Kianoush Nazarpour, de la Universidad de Newcastle y responsable de esta mano biónica en un comunicado – el diseño es mucho mejor y los materiales son más ligeros y más duraderos, pero todavía funcionan del mismo modo. Usando la visión por ordenador, hemos desarrollado una mano que puede responder automáticamente (igual que una mano real). Solo basta que el usuario eche un vistazo en la dirección correcta y la mano se adapta al tamaño y el material de una taza o una galleta”.
Esta nueva prótesis está equipada con una cámara de 99 pixels que toma una foto instantánea del objeto en frente de ella, evalúa su forma y tamaño y desencadena una serie de movimientos en la mano.Todo en cuestión de milisegundos y diez veces más rápido que cualquier otra extremidadactualmente en el mercado.
E estudio, liderado por Nazarpour, ha sido publicado en Journal of Neural Engineering (Deep learning-based artificial vision for grasp classification in myoelectric hands).“La capacidad de respuesta – añade Nazarpour – ha sido uno de los principales obstáculos para las extremidades artificiales, ya que para muchos amputados el punto de referencia es su brazo o pierna sanos, por lo que las prótesis parecen lentas y engorrosas en comparación. Ahora, por primera vez en un siglo, hemos desarrollado una mano ‘intuitiva’ que puede reaccionar sin pensar”.
Pero quien ha dado el visto bueno definitivo ha sido Doug McIntosh, quien sufrió la amputación de su brazo en 1997 debido a una poco frecuente variedad de cáncer conocida como sarcoma epitelial. “ Por primera vez – relata McIntosh – hay una alternativa real para los amputados de los miembros superiores. Contar con una mano real sería un avance sorprendente y transformaría el tiempo de recuperación, tanto física como mentalmente, para muchos amputados”.

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Doug McIntosh fue uno de los primeros en evaluar esta prótesis.

Juan Scaliter