«Estoy muy emocionado por poder tocar esta guitarra», afirma el guitarrista de 39 años Brad Carter. No nos extraña. La situación es singular teniendo en cuenta que su escenario es el quirófano de un Hospital en Los Ángeles, sus focos la luz de la mesa de operaciones y su público los neurocirujanos que intentan ayudarle a tratar el Parkinson que le fue diagnosticado en 2006.

Carter se sometía a una intervención con el fin de colocarle un marcapasos cerebral (sistema de estimulación cerebral profunda o neuromodulador) que le ayudase a contrarrestar los efectos devastadores de su enfermedad, la cual ya le había obligado a dejar de tocar la guitarra tras el diagnóstico hace 7 años. Para ello, los médicos necesitaban que el paciente se mantuviese despierto y qué mejor que cantar y tocar la guitarra en directo para los neurocirujanos mientras estos hurgaban en su cerebro y valoraban sus reacciones para comprobar el perfecto funcionamiento del dispositivo.

Se ha demostrado que, colocar un modulador neuronal mediante cirugía, puede ser eficaz incluso en casos severos. Ayuda a reducir los temblores del paciente y la inmovilidad que otro tipo de métodos no consiguen solucionar.

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Redacción QUO