Para poder entender al 100% el caso, debemos primero identificar lo que es el síndrome de embolia grasa. Se trata de una afección en la cual un émbolo de grasa entra en el torrente sanguíneo de una persona bloqueando los vasos sanguíneos y evitando el flujo de sangre. Se trata de un caso muy difícil de diagnosticar, ya que los síntomas aparecen entre las 24 y 72 horas después de la operación, por lo que si no se trata a tiempo puede llegar a provocar la inflamación de todo el cuerpo y un fallo multiorgánico.

En el caso de la mujer, ella iba a someterse a una liposucción en las rodillas y en la parte inferior de las piernas. El objetivo era eliminar la suficiente grasa para que pudiera caminar con menos dificultad. La cirugía se desarrolló sin problemas, pero a las 40 horas de estar ingresada en el hospital los doctores comenzaron a ver que algo no iba bien. El ritmo cardiaco comenzó a descender, su respiración empezó a desacelerar y poco a poco se iba quedando dormida al no poder eliminar de forma adecuada el dióxido de carbono de su sangre.

Como este tipo de síndrome es tan poco habitual -la incidencia oscila desde menos del 2% al 22% en diferentes estudios realizados sobre el tema desde que se descubriera por primera vez en 1873- los doctores tuvieron dificultades para diagnosticar exactamente a la paciente, hasta que dieron con el problema una vez descartados otros posibles factores de riesgo como su sobrepeso o la hinchazón de sus piernas.

La mujer pasó 12 días en la Unidad de Cuidados Intensivos unida los 8 primeros a un respirador para que pudiera recuperarse poco a poco. Y es que no existe un tratamiento específico que no vaya más allá de tenerla en observación mientras el propio cuerpo elimina el émbolo de gasa y se recupera por sí solo.

No es habitual

A pesar de que sufrir un episodio como este es muy poco habitual, de vez en cuando ocurre. Lo que ha sorprendido a la comunidad médica es que haya sucedido en una operación de liposucción (generalmente un procedimiento seguro), cuando el síndrome de embolia grasa suele ligarse a fracturas del hueso y otros traumas importantes, como un accidente de coche.

Fuente: LiveScience

Alberto Pascual García