Los escáneres para iris pronto podrán ser capaces de algo más que verificar tu identidad: podrán confirmar también la raza y el género. El iris tiene un patrón complejo y único que se desarrolla en el feto, y que sigue siendo el mismo durante toda la vida de una persona. Esto no quiere decir que cada iris sea completamente diferente a cualquier otro, como se basan en los exitosos sistemas de identificación biométricos. El equipo de Kevin Bowyre de la Universidad de Notre Dame (Indiana), ha encontrado un nuevo sistema que puede detectar las similitudes en el iris en lugar de las diferencias. Según las primeras pruebas, el nuevo escáner podría distinguir entre las personas de dos razas distintas y en determinar el género.

Hasta ahora, el escáner de iris se realiza con una videocámara, que examina los patrones de color únicos de los surcos de la parte ‘coloreada’ de nuestros ojos. Esta información única se utiliza para generar un código de números binarios único. Pero el método utilizado por el equipo de Bowyer añade un paso de complejidad más: no solo identifica el estroma en la parte coloreada de nuestros ojos, sino que también identifica las manchas o líneas que este contiene y guarda esa información. También registra la variación del brillo según la región.

Estos nuevos atributos, permitieron a los investigadores realizar un algoritmo para buscar las características comunes entre etnia y género. Finalmente, al activar el sistema, el escáner fue capaz de identificar si una persona era oriental o caucásica con un 90% de precisión entre 1.200 personas que participaron en la investigación. En cuanto a la cuestión de género, identificó correctamente el 62%. Según Bowyer, esta disminución ent la precisión del género, se debe a que aún no han determinado que características de textura del iris corresponden a cada sexo. El equipo presentará la investigación este mes en la Conferencia Internacional IEEE sobre Tecnologías para la Seguridad Nacional en Waltham, Massachusetts.

Aparte de que este escáner dificultaría la adquisición de una identidad falsa por un sujeto no deseado o más bien indeseable, el método también podría acelerar las búsquedas en las grandes bases de datos, como por ejemplo contar el número de personas pertenecientes a diferentes grupos étnicos que entran en un país sin dejar constancia de su identidad.

A día de hoy, la mayoría de escáneres comerciales que hay en el mercado con reconocimiento de iris, pertenecen a John Daugman, de la Universidad de Cambridge, quien patentó el algoritmo en 1992.

Redacción QUO